La situación de la pandemia constituye el eje principal en la evaluación de desempeño del primer año de gobierno del presidente Luis Abinader, por lo que, si al día de hoy el nivel de vacunación es alto y reducidos los índices de positividad, letalidad e internamientos, puede decirse que pasó la prueba.
Hay que entender que la covid-19 es una crisis sanitaria a nivel mundial con grave afectación sobre la economía global, que ha causado 206 millones de contagios y 4.3 millones de muertos, incluido casi cuatro mil fallecidos aquí, por lo que se erige como primer tema de agenda de gestión presidencial.
Los marxistas atribuyen a la suerte condición de herramienta esencial en el análisis de acontecimientos políticos, económicos o sociales, por lo cual el proceso de vacunación ha sido exitoso gracias a que China Popular autorizó la venta a República Dominicana de millones de dosis de la vacuna Sinovac.
Todo lo demás, incluido las oportunas diligencias en Beijing, debe atribuirse a las autoridades, incluido la difícil decisión de disponer la apertura de la economía o la disminución de las restricciones sanitarias a contrapelo de las recomendaciones de gremios y sociedades médicas.
El Banco Central y la Junta Monetaria, ayudaron grandemente a retornar la economía por caminos de estabilidad y crecimiento con la inyección de 215 mil millones de pesos en financiamiento a través de la banca múltiple a Mipymes, industria, comercio, agropecuaria y hogares, lo que permitió revertir el PIB de -49% el día cero a un positivo 13% en julio de 2021.
Las autoridades han sido diligentes en procurar la recuperación del sector turismo, que a fin de año estaría a la mitad de lo que alcanzó en 2019, pero las divisas que no ingresarán por esa vía serán resarcidas por remesas, zonas francas, exportaciones e Inversión Extranjera Directa.
El presidente Abinader mostró mucha habilidad política en el abordaje del tema del salario mínimo al lograr consenso entre empleadores y centrales sindicales, pese a que fueron excluidos los trabajadores de zonas francas, construcción y turismo y a que se aplicó una extraña reconversión industrial.
La realidad objetiva del primer año de gobierno refleja que se ha logrado relativo control pandémico, relanzamiento y estabilidad de la economía y destellos de independencias del Ministerio Publico, pero quedan pendientes materias básicas como endeudamiento e inflación, además de los efectos de la Fiebre Porcina Africana, por lo que, a partir de mañana del abordaje de esos males dependerá si el Presidente sería definitivamente promovido de curso.
Por Orión Mejía