En los últimos 30 años el desarrollo dominicano ha oscilado entre los conceptos de “economía del postre” y “diversificación económica”, los cuales se mantienen entre oscilación o confluencia, con gravitación positiva sobre el crecimiento, pero sin lograr erosionar sustancialmente los niveles de exclusión y pobreza.
A finales de los 70s, el modelo dominicano se sustentó en la agricultura y minería, a través de las exportaciones de azúcar, café, cacao y tabaco en rama, y doré (oro y plata) mientras a nivel fiscal se aplicó una política de subsidio a la industria nacional a la que se le cedió el monopolio del mercado.
Dos décadas después, el sector manufacturero no había adquirido tecnología adecuada para transformar su producción y productividad, contrario a naciones asiáticas, lograron completar el ciclo productivo en menos de medio siglo.
Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur, llamados Tigres Asiaticos, iniciaron por desarrollar al sector agropecuario, después a la industria liviana, pesada, servicios y tecnología, para lo cual se prepararon en términos de recursos humanos y de transferencia tecnológica.
La mayor aspiración de los gobiernos y sector productivo ha sido migrar desde la economía del postre hacia un contexto económico basado en los servicios, lo que se ha logrado al incorporar como al turismo, remesas, Inversión Extranjera Directa y telecomunicaciones, como grandes aportantes al PIB.
No se puede hablar de fracaso del modelo económico dominicano porque en término estrictamente técnico, son dos los que cohabitan o confluyen casi en igualdad de condiciones, o que al menos uno no podría sobrevivir sin el otro, como serian la economía del postre y el de diversificación económica.
Puede decirse también que en una economía que en los últimos 30 años, con algunas excepciones, crece por encima del 5% del PIB, no debería relacionarse con el fracaso, aunque es exagerado afirmar que está a las puertas del desarrollo, porque no a los ciclos báicos evolutivos, a pesar de que desde antes de 1980 aquí se hablaba de los Tigres Asiaticos y de transferencia tecnología como camino a seguir.
Se admite que los felinos de Asia han llegado donde están porque transitaron todo el camino con mano de hierro, sin garantía de derechos esenciales, pero aquí también hubo gobiernos tiránicos o semi dictadura.
Para llegar donde deseamos requeridos de una profunda y acelerada revolución educativa, nuevo oleajes de reformas institucionales para que al crecimiento le siga el desarrollo y la equidad económica. Solo así funcionaria ese modelo hibrido del postre y diversificación.
Por Orión Mejía