El concepto de la soledad del poder, alude a la desconexión que enfrentan los lideres o presidentes al ejercer la autoridad, ya sea por la falta de apoyo genuino o la carga de decisiones difíciles. Este fenómeno se observa tanto en la política como en el liderazgo corporativo.
Esta soledad del poder que asoma al presidente Luis Abinader parece manifestarse de manera prematura en su segundo mandato y se inicia este maleficio tras anunciar que no podrá volver a aspirar a la presidencia.
Se ha observado una «soledad del poder prematura» en Abinader, quien ha demostrado pensar y actuar de manera diferente a presidentes anteriores, en que muchos de sus colaboradores en el ejercicio del poder no están en sintonía con las iniciativas de trabajo del primer mandatario.
El presidente ya está experimentando una «atípica soledad del poder», que se manifiesta de forma temprana en su gestión y que a medida que pasa el tiempo, verá crecer esa apatía que incluso llegara a reflejarse en su liderazgo en la base del partido Revolucionario Moderno (PRM), que lo abandonará.
Algunos analistas señalan una «temprana soledad en el poder» de Luis Abinader, fenómeno que se está presentando antes de lo habitual en su presidencia, lo que llama a preocupación para un ejercicio del ejecutivo que conecte con la realidad y no se pierda el interés colectivo.
Esta soledad prematura está relacionada con su estilo de liderazgo y su compromiso de no buscar una reelección adicional, lo que no le da seguridad al grupo de gobernante que le siguen en el poder su misión de trabajo no es colectiva, sino personal, de llenar sus bolsillos a la carrera y hacer las cosas medalaganariamente y con prisa.
Los amigos, comienza a cojear, a traicionar, a mirar otros objetivos políticos internos con miras a la presidencia, se pierde la lealtad, lo que ha quedado evidenciado en el trajín político dominicano donde el que aparenta ser fiel sale peor que Judas Iscariot. Esa es la política vernácula dominicana, donde se conocen los falsos amigos.
Ejemplos históricos son conocidos de la soledad del poder en el ejercicio, de presidentes norteamericanos como Franklyn D. Roosevelt, Winston Churchill, Barack Obama y otros. Franklyn D. Roosevelt, durante su presidencia, utilizo un círculo cercano de asesores conocido como el Brain Trust para la toma de decisiones informadas y mantener un diálogo constante.
Winston Churchill, combatió la soledad del poder, escribiendo extensamente y manteniendo correspondencia con aliados políticos y amigos, lo que le permitió reflexionar y combatir sus preocupaciones; en tanto, que Barack Obama, creó espacios privados para desconectarse, asistiendo a sesiones de juego de Baloncesto o tiempo con su familia, para equilibrar las demandas del poder.
Otro ejemplo Angela Merkel, en Alemania, , quien durante su mandato, se apoyo en un pequeño círculo de confianza y mantuvo un enfoque pragmático para tomar decisiones, equilibrando la independencia con el diálogo.
Algo parecido a Barack Obama, hizo el presidente Luis Abinader, para aislarse de esas demandas del poder, viajó a los EE.UU., para pasar la Navidad junto a su familia, para atender compromisos personales durante las festividades, lo que muestra que lo más seguro y cercano en política es la familia y muy poco los elegidos.
Por Luis Ramón López