Distinguido Luis Rodolfo Abinader Corona, sean mis primeras letras para felicitarlo por su triunfo en el certamen electoral del pasado 5 de julio 2020, a la vez aprovecho para sugerirle dedique, aunque sea la mitad de su esfuerzo como gobernante, a los sectores (urbanos) marginados del país, empezando me permito proponer, por los barrios del Gran Santo Domingo.
En estos tiempos de pandemia donde no existen las ideologías, pero si las realidades, quizá desconozca, por venir de una familia de holgura económica, la situación de tantos hombres y mujeres que tienen uno o más hijos y no cuentan con un empleo estable, que viven el día a día en una desesperación permanente.
Puede que también ignore de esos cientos de miles de seres humanos que viven en las cañadas, en las orillas del rio Ozama e Isabela y sectores de otras provincias, donde nunca han ido ni irán muchos “políticos” que aspiran llegar a la presidencia de este país. Su compromiso debe ser con esas mayorías que, deseando un cambio, le favoreció con su voto.
Usted mejor que nadie puede lograr que estas poblaciones no continúen siendo vulnerables, no es darle el pez por un día, sino enseñarles a que pesquen todos los días para que sus vidas y las de sus descendientes cambie para siempre.
La clave es educación, es la mejor y única vía para transformar esa realidad y combatir la pobreza. Sin educación no hay progreso ni bienestar. Pero esa educación tiene que estar íntimamente relacionada con nuestra realidad.
Una sugerencia sería crear centros Infotep o escuelas vocacionales por cada sector, se necesitan talleres de ebanistas, de herrería, zapatería, etc. De integrar todas estas manos, a todas las obras que se realicen en el país.
Se precisa aumentar el presupuesto para educación, al 5 o 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Se necesita una educación más incluyente, hay que formar a las nuevas generaciones de ciudadanos, no para la competición sino para la cooperación, no para ejecutar tareas, sino para pensar y tomar decisiones.
No debemos seguir botando el dinero en programas de formación de profesionales que no tienen demanda de los sectores productivos nacionales. El modelo educativo que tenemos no responde a las necesidades actuales. Ya que ha recibido una educación privilegiada puede entender mejor esta inquietud.
sabemos de su gran capacidad gerencial y de las innovadoras ideas que tiene para lograr hacer más moderno al Estado Dominicano. Por tal razón sugerimos, haga prevalecer en su gobierno, sobre todo con sus más cercanos colaboradores, el fiel cumplimiento de nuestras leyes.
En nuestro país tenemos muchas leyes, pero pocas son respetadas, sobre todo por nuestra cúpula empresarial y política. Esa mala costumbre ha contribuido con la actual inequidad social en que nos encontramos. “Sea justo y enérgico para que la patria, la independencia y su memoria prevalezcan”.
Nuestro país cuenta con muchos hombres y mujeres que quieren lo mejor para su patria, búsquele y cuente con ellos. Su única ambición será servir a los mejores intereses, para lograr un mayor grado de equidad e inclusión, especialmente de los jóvenes más humildes.
Por Ebert Gómez Guillermo