A casi un año del nuevo gobierno encabezado por el Presidente Abinader, quien alcanzo el poder con la promesa de generar profundas transformaciones que especialmente dieran al traste con el sistema de corrupción representado por los gobiernos del partido morado, cabe preguntar en la actualidad.
¿Existe hoy menos corrupción que en el pasado?, ¿se ha controlado, aunque sea un poco, la delincuencia? ¿hay más seguridad en las calles? Según la percepción del gobierno sí, pero la gente en las calles opina lo contrario, ¿ha mejorado nuestro sistema democrático? ¿hay un mejor sistema judicial, hay más justicia?
La democracia entendida como “el gobierno del pueblo para el pueblo y con el pueblo”. O sea que, para que exista democracia en cualquier país, su gobierno debe representar a las mayorías de esa nación y es esa mayoría la que debe decidir las medidas y acciones que tomaran sus representantes para beneficiar a la colectividad.
¿Existe más empleo hoy que en el pasado gobierno? Preguntemos especialmente a las bases que llevaron al poder al presente gobierno y veremos entonces el disgusto, porque a pesar de producir cancelaciones en todas las Instituciones de Estado Dominicano y aun no dándole las prestaciones laborales a una gran mayoría, esas bases no han sido tomadas en cuenta.
A pesar del COVID-19 y los “toque de queda” el presente gobierno se queda sin excusa y en lugar de ser arbitro entre el débil y el poderoso, se evidencia a favor de unos pocos de los cuales el forma parte.
Sobre todo, ante esta situación de pandemia, la gente pobre esperaba que la ayuda que daba el anterior gobierno fuera mejorada y por el contrario ha sido paulatinamente reducida
Presidente Abinader el pueblo quiere un cambio para mejor, Usted fue elegido para ser presidente de todos los dominicanos y ni siquiera quiere tomar en cuenta a quienes le llevaron al poder, no le dé la espalda a su pueblo, a todo su pueblo, a todos los dominicanos, especialmente a las mayorías más pobres.
La pobreza se acrecienta quitando el empleo a aquel que lo tiene, reduciendo la ayuda tan necesaria.
Pare la represión policial ante aquellos que protestan por sus derechos, no se haga de la vista siega ante estos hechos, le puede costar muy caro, políticamente hablando.
Las leyes por si solas no resuelven ningún problema, se necesitan el juicio y las manos que las hagan valer. No más injusticias, el presente y futuro es para los regímenes justos e igualitarios. Con dignidad, con equidad, sin explotaciones ni abusos, es lo que exigen los nuevos tiempos.
Por Ebert Gómez Guillermo