Desde los ataques terroristas en septiembre de 2001, el miedo y la ansiedad parecen haber aumentado no solo en EE.UU., sino en todo el mundo. Al extremo que cambió la mecánica social, económica, política y de seguridad.
Mucha gente dejó de viajar y hacer tareas que eran rutinas diarias de su vida y ahora tienen un mal presentimiento de que otro incidente como ese o parecido vuelva a suceder.
El miedo a lo desconocido tiene la misma fuerza que el miedo a lo que conocemos. Y todo tipo de miedo puede ser fatal.
En República Dominicana en los últimos días han sucedido hechos que no importa que a los autores y actores lo hayan enviado al reino de los difuntos, con un gran despliegue publicitario como en el caso de los atracadores de dos bancos acribillados.
En ese sentido dado la singularidad de los hechos y elementos. Alguien me preguntó y le respondí.
Que con respecto a los atracos es bueno nunca olvidar que lo que sustenta al Capitalismo como sistema social, económico, político-ideológico: es la propiedad privada y con ello el sagrado sistema financiero.
Le quita eso y viene el caos y su desmoronamiento.
Por ello lo privado es divino.
Le seguí explicando el por qué los comunistas querían la destrucción de la propiedad privada y el Estado burgués.
Dicho esto, le comenté; en Estado Unidos es más fácil que tu salgas de un juicio por golpear o disparar a una persona. Que por la violación de entrar a una propiedad privada.
Recordamos en términos académicos para mejor ilustración que las fuentes que dan origen al planteamiento teórico del capitalismo son: la filosofía alemana, la política francesa y la economía inglesa.
Pero que su base material o su cimiento es: “propiedad privada”.
Ahora bien, hay una absoluta relación entre lo que está sucediendo en el país y la asociación del miedo con la enfermedad.
El miedo se ha asociado con gran variedad de enfermedades, incluyendo las cardiovasculares y la hipertensión, enfermedades del aparato digestivo como la colitis, el mal de Crohn, el síndrome de colon irritable y las úlceras, con dolores de cabeza y enfermedades de la piel como la psoriasis, el eczema y el acné por estrés.
El miedo puede causar una respuesta inmune disminuida, lo cual puede llevar a infecciones frecuentes o al desarrollo de una enfermedad fatal.
El miedo puede preceder a un ataque cardíaco y llevar a la muerte.
El miedo es una emoción poderosa que produce una respuesta psicológica muy potente.
Abundan las historias de personas cuyo miedo llegó a un nivel tan alto que cayeron muertas.
Uno de los ejemplos clásicos del poder del miedo aparece en la Biblia con el profeta Elías.
Pero también con un hombre llamado Nabal, que significa «insensato, necio» (ver 1-Samuel: 2:5), de cómo el miedo degeneró en ira.
Estos recientes hechos donde aflora la ansiedad por lo material, deben llevarnos a regularizar por radio, televisión y plataformas digitales cientos de programas basuras y colocar psicólogos, médicos y psiquiatras.
Así como a consejeros espirituales para ir modulando el deterioro progresivo colectivo e individual de las personas.
Llamo la atención en que no simplifiquemos esto en decir solamente que es la “chercha” y el “relajo” de la generación “A lo Foke”.
La disrupción de nuestros valores éticos-morales va más allá de tres tipos: algunos homosexuales hablando disparates con micrófonos y cinco mujeres; chapeadoras y lesbianas semi desnudas.
Los desórdenes de ansiedad son la enfermedad mental más común en EE.UU. Afectan a casi diecinueve millones de norteamericanos.
Una encuesta de Time/CNN realizada ocho meses después del ataque del 11 de septiembre reveló que en ese momento casi dos tercios de la población pensaba en los ataques terroristas al menos «algunas veces por semana».
Si ahora hiciéramos una encuesta en Santo Domingo y Santiago. Con la intención de extrapolar a nivel nacional nos daríamos cuenta que estamos enfermos y que somos escapistas.
Un indicador es la falta de tolerancia y la ansiedad por lo material que la mayoría de las veces es provocada por el miedo.
La ansiedad se ha asociado con una cantidad de enfermedades fatales incluyendo los asaltos.
Se podría preguntar qué es ¿el desorden de ansiedad?
Y entonces brevemente explicamos que la ansiedad es la incómoda y desagradable sensación de aprehensión que acompaña síntomas físicos como las manos sudorosas, la respiración entrecortada, los latidos acelerados y un nerviosismo general.
La ansiedad suele permanecer más que el miedo porque es una sensación, un sentimiento que continúa durante mucho tiempo, aunque haya desaparecido la amenaza real.
La ansiedad que es de menor intensidad, es lo que llamamos inquietud o preocupación.
Sin embargo, la ansiedad también puede ser de alta intensidad.
En estos casos puede existir un desorden de ansiedad. En el mundo de la medicina los llaman ansiedad patológica.
Y sume a eso el desorden de pánico: con el desorden de pánico, sobrevienen sentimientos terribles de ansiedad repentina y sin aviso previo.
El ataque de pánico puede suceder mientras las personas están conduciendo su auto en una ruta con mucho tránsito.
También puede suceder mientras están en un auditorio, en una reunión de padres de la escuela. A menudo los sentimientos de pánico se ven acompañados por un terrible sentimiento catastrófico.
El hecho de que las personas no sepan cuándo ni dónde puede ocurrir un ataque de pánico agrega más ansiedad.
Sucedido los hechos; ocurren entonces ansiedad postraumática: el desorden de ansiedad postraumático (DAP) por lo general sobreviene después de un evento terrible como una violación, un secuestro, un asalto a mano armada, o cualquier otro evento traumático.
Y es aquí donde como país debemos trabajar e ir capacitando a la próxima generación.
Esta forma de desorden de ansiedad también puede darse durante un divorcio o luego de la muerte de un ser querido.
Es importante saber que un alto precio de la leche preocupa por lo que podría estropear los planes de vacaciones.
En ese desorden compulsivo está el que se ha olvidado cerrar todas las puertas antes de salir hacer las compras.
Un desorden obsesivo compulsivo: es un tipo de desorden de ansiedad obsesivo compulsivo relacionado con la violencia y los atracos.
Con este desorden, ideas o imágenes perturbadoras inundan las mentes de las personas que están en la parte obsesiva del desorden.
Tenemos que trabajar después de estos hechos con la gente.
Por Javier Fuentes
El autor es politólogo, especialidad en Administración Pública. Reside en el Bronx, Nueva York