Aunque el título de este artículo puede generar confusiones, debido a que se podría pensar que me voy a referir a ciertos individuos que existen en los barrios populares, cuyo principal oficio consiste en robarse la energía eléctrica. Tan pronto algún vecino tiene fallas con su medidor, ellos, por una suma pírrica, se la instalan en menos de lo que canta un gallo.
Voy a contarles sobre algunas personas que todos tenemos el disgusto de conocer. Siempre nos están agobiando con sus problemas, nunca disfrutan un momento de sosiego, y tan pronto llegan o nos llaman, nos sentimos hastiados.
Si por casualidad del destino, tenemos que convivir con ellas, succionan nuestro ánimo, arrancándonos toda la vitalidad que poseemos.
Buscando en Google, aprendí que existen varios tipos de estos ladrones (https://lamenteesmaravillosa.com/sabes-identificar-a-los-ladrones-de-energia/):
1-La víctima
“Son personas que nos hablan diariamente de sus tragedias. De sus problemas y preocupaciones. Son personalidades que tienen la gran habilidad de ver solo el lado oscuro de las cosas, y que a la vez, disfrutan mostrándose como víctima”.
2. El intimidador
“Puede que alguna vez te hayas tenido que ver con este tipo de personas. Y la experiencia, sin duda, no fue nada agradable. Usan la ironía o el sarcasmo para herirnos. Usan una violencia implícita donde es habitual el desprecio, o incluso el autoritarismo. No solo nos arrebatan la energía, sino que nos humillan”…
3. El conflictivo
“¿Puedes reconocerlo? Sin duda. Son perfiles que siempre están a la defensiva, buscan siempre responsables a sus problemas y justificaciones a situaciones que ellos mismos suelen provocar. Su simple presencia puede ocasionarnos problemas a nosotros mismos, ya que es habitual que siempre acaben provocando situaciones tensas y conflictivas donde no solo él sale afectado. No solo nos quitan la energía, sino que pueden involucrarnos en serias complicaciones”.
5. El inseguro
“¿Un vacío existencial en sus vidas? ¿Te hablan de proyectos que nunca inician? ¿De las cosas que van a hacer o que son capaces de hacer, pero que nunca cumplen? Todo es pura apariencia, porque en su interior, son personas tremendamente inseguras”.
6. El interrogador
“¿Cómo quedaste en tu cita de ayer? ¿Pero cómo que no te atreviste a decirle nada? ¿Cómo piensas vivir ahora sabiendo que no aprovechaste la oportunidad? ¿Te das cuenta de lo poco decidido/a que eres?… Esta, y muchas otras preguntas, son las que suelen utilizar las personalidades no solo interrogadoras, sino también dominadoras.
Son especialistas en buscar errores ajenos sin reconocer los propios, hábiles escudriñadores de nuestra vida sin ofrecernos ni respeto, ni espacio propio para poder respirar”.
Como me imagino que has podido identificar a ese vampiro que, en vez de chupar sangre, te drena la vida, espero que después de leer esto utilices un recurso que siempre usaron nuestros viejitos del ayer: Húyeles como el Diablo a la cruz…
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica