El vicedecano de programas académicos de Yale School of Management reflexionó sobre una batalla legal entre Apple y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), controversia que según el académico, resalta la importancia de cómo se encuadran los temas en los debates públicos, al señalar que si el contendiente no genera ese encuadre terminaría siendo parte de él.
David Bach se refiere al litigio suscitado por la negativa de Apple de acceder a desbloquear un iPhone que pertenecía a uno de los tiradores de San Bernardino, la matanza perpetrada en diciembre de 2015 en California, con saldo de 14 muertos y 21 heridos, para lo cual el FBI invocaba “la protección de las víctimas”.
Sin adentrarse a los pormenores de ese caso, es pertinente relacionarlo con el discurso del gobierno ante la exigencia de Naciones Unidas (ONU) para que no realice deportaciones masivas de haitianos y acepte que el país se convierta en puente aéreo para remitir a Haití ayudas y pertrechos.
Según el encuadre del FBI, el consorcio tecnológico estaría obligado a desbloquear un móvil que dice pertenece a un individuo terrorista, ante lo cual Apple reivindica su obligación de preservar el derecho a la privacidad de sus clientes, refrendado en la Constitución de Estados Unidos.
Ante la crisis de Haití, la ONU y grandes metrópolis han seleccionado a República Dominicana como receptora de los daños colaterales que se derivan de fórmulas políticas y militares que se aplican para mitigar la anarquía política e institucional, cruenta crisis económica, la desbordante violencia e inseguridad.
Es por eso que solo al gobierno dominicano se le exige detener las repatriaciones de indocumentados, y por vía de consecuencia, abrir de par en par las puertas fronterizas a la inmigración humanitaria que sería lo mismo que convertir al territorio nacional en un gran refugio haitiano.
Ese encuadre fue diseñado y presentado por el Departamento de Estado y Canadá en la Cumbre de las Américas, de Los Ángeles, que se asigna a República Dominicana el rol de receptor de la inmigración haitiana, sin ningún tipo de limitación o compensación, como se estableció para Centro y Sudamérica.
Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo que la exigencia del FBI sería como “un software equivalente a un cáncer” y advirtió que, si se acepta que el gobierno pueda escrudiñar un iPhone, lo siguiente seria exigir que se instale un sistema operativo de vigilancia, con la capacidad de que sus agentes puedan hasta encender las cámaras del aparato.
Se recurre al símil del litigio entre FBI y Apple para advertir al gobierno dominicano que frente a las presiones foráneas para que el país se involucre en la crisis haitiana, debe encuadrar en un marco inflexible sus posiciones de defensa a la soberanía nacional, o terminará como un peón del ajedrez imperial.
Por Orión Mejía