Continuando el relato, después de esos acontecimientos transcurrieron varios meses los cuales creo fueron 5 en que no volví a ver a Peña Gómez, ya que como militante del PRD desarrollamos nuestro accionar en «Los Mina», en un comité de base como secretario de la juventud, en ese tiempo vivía en la calle J-3 número 14 frente a lo que posteriormente se llamó, «El mercadito viejo», ubicado entre el colegio Cristo Redentor y la Marco del Rosario, que era la carretera vieja del mencionado sector.
Para ese tiempo ya éramos secretario de la Juventud Revolucionaria Dominicana (JRD) en Los Mina, aunque no teníamos un perfil acabado y mucho menos definido en la consecución política ideológica, pero si sentíamos orgullo por el gobierno de Juan Bosch, y lo que él mismo representaba.
El 24 de Septiembre, siendo las 7:30 de la noche un grupo de compañeros de la base comentaban que el presidente no pasaría del próximo día y que la guardia estaría acuartelada y que la incipiente barba me la afeitara porque iban a meter preso a los comunistas.
Por la mañana cuando nos levantamos, ya las pocas emisoras no estaban funcionando y algunas en cadena con Radio Santo Domingo, con el manifiesto del golpe de estado a las 8:30 un compañero del comité de base nos manifestó que el partido estaba convocando a un mitin en el Parque Enriquillo, hablé con un compañero de nombre Wilfrido, para que me prestara 25 centavos «para cumplir» con el mandato del partido ya que por 10 centavos un carro me dejaría en la Duarte con Benito González o en la José Martí con Barahona frente al parque.
Cuando llegamos, vimos como la policía tenía ocupado el parque y algunos compañeros detenidos por ella y militares lo que por esa circunstancia optamos por marcharnos con algunos compañeros de Los Mina.
Ese acontecimiento del golpe de estado del 25 de septiembre fue lo que políticamente preparó las condiciones adjetivas y subjetivas para que José Francisco Peña Gómez, ocupara un lugar preponderante en la historia dominicana del siglo XX.
Al salir el profesor Bosch al exilio, le permitió a Peña, desarrollar la más grande estrategia política para que el Partido Revolucionario Dominicano, estuviera vigente en una semi clandestinidad y al mismo tiempo lograr la ofensiva contra un régimen golpista, sin perder la mayoría en el seno del pueblo con una oposición correcta.
Esa estrategia se fundamentó y fue concebida por una mente prodigiosa como la de él (Peña) , siendo una cita histórica para retornar a la constitucionalidad sin elecciones, muestra de que Peña , estaría claro, llevándolo a una discusión con compañeros de ese tiempo como Manuel Castillo Basora, José Taveras, Chichí Basora, José Verde y Negro, quienes llegamos a la convicción que la única forma de lograrlo, era por medio de una accion armada, no como lo planteara el 14 de Junio, si no haciendo de lo inferior a lo superior, envolviendo al pueblo. Continuará.
Por David Williams