Este 1ro de Mayo se conmemora el 132 aniversario desde su aprobación en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la segunda internacional celebrado en Paris, Francia, el Día Internacional de los Trabajadores, fecha muy importante para el movimiento obrero mundial, ya que la misma tiene un gran significado, en la lucha por las reivindicaciones y los derechos de los trabajadores a mejores condiciones de vida, a una verdadera libertad sindical y a un justo y equitativo salario, que le permita acceder a la canasta familiar.
El día de los trabajadores nació como un homenaje a los mártires de Chicago, cinco sindicalistas que fueron ejecutados en los Estados Unidos por participar en una gran huelga por la jornada laboral de 8 horas, la huelga inició el 1 de mayo de 1886, hace hoy 135 años y los trabajadores fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887.
Es en este contexto que comienza la lucha de los trabajadores de Chicago por la jornada de 8 horas, sintetizado de esta manera, 8 horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa, a finales del siglo XIX y principios del XX, las condiciones de estos trabajadores no eran precarias, sino peores a las de la esclavitud. No había límite de horario, las jornadas eran de entre 12 y 16 horas al día, no había día de descanso ni vacaciones, el ambiente laboral era asfixiante y el salario apenas daba para comprar un mendrugo de pan.
Hoy a 134 años de los acontecimientos que dieron origen a esta conmemoración, la marginación y la exclusión social son más amplios en la población y donde se acentúan los males como el hambre, la desnutrición la enfermedades, la delincuencia y la drogadicción, la lucha del movimiento obrero adquiere nuevas dimensiones, frente a la avaricia del capitalismo salvaje, que en esta era globalizada, incrementa sus esfuerzos por mantener la explotación del hombre por el hombre.
La lucha de los trabajadores a nivel mundial desde esa época hasta nuestros días ha logrado importantes reivindicaciones y conquistas en beneficio de la clase obrera mundial, lo que ha conducido a la adopción por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de dos convenios básicos uno en el año 1948: Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, que dice, «Los trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a esas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas”.
Y el otro en 1949, Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, que plantea lo siguiente, «Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo.
La situación de los trabajadores en el mundo, hoy en día pasa por innumerables retos y desafíos, en América Latina el debilitamiento de los sindicatos es notable, a lo que se agrega la desconfianza en algunos dirigentes sindicales que han traicionado la lucha de los trabajadores, esto ha provocado una disminución del poder de convocatoria de los sindicatos de su influencia política en las políticas estatales y un giro hacia una reducción de salarios y empeoramiento de las condiciones de trabajo.
En República Dominicana no es diferente, el movimiento sindical es débil, a pesar de tener una historia de hombres que han prestigiado la lucha de los trabajadores como Mauricio Báez, Hernando Hernández, Justino José del Orbe, Julio de Peña Valdez, Miguel Soto, Barbarin Mojica etc. , el movimiento sindical está marcado por la debilidad de los sindicatos, no obstante hay que reconocer que en el último año se han hecho algunos esfuerzos por mejorar esta situación
En el país los trabajadores están representados fundamentalmente por las Confederaciones: Nacional de la Unidad Sindical (CNUS); Autónoma Sindical Clasista (CASC) y Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) , éstas organizaciones tienen que fortalecer su unidad en base a la defensa de los intereses de los trabajadores dominicanos, afectados en los últimos años por la falta de avances significativos, en los derechos laborales, en el tema económico y las politicas de seguridad social.
En la unidad está la fuerza del movimiento sindical dominicano, para luchar por justas demandas como contra los intentos de eliminar la cesantía en el código laboral, la reforma integral a la ley 87-01 que creó el Sistema del Derecho Dominicano de la Seguridad Social (SDSS), el rechazo a la contra-reforma sindical, la ratificación de los convenios 183, 187 y 189, sobre los derechos de los trabajadores migrantes , a lo que se debe agregar las lucha por los pagos de prestaciones laborales a los miles de trabajadores cesanteados de las instituciones del Estado, que el gobierno no ha honrado ,violando la ley 41-08 de Función pública.
Este abuso incalificable del gobierno de turno, es una situación sumamente compleja que vulnera derechos adquiridos de los despedidos y convenios internacionales de la OIT, por lo que hay que hacer que el gobierno cumpla y respete la ley pagando sus prestaciones laborales, a estos dominicanos que han sido lanzados a la calles de forma abusiva, sin ninguna consideración y protección del Estado, en una época de pandemia donde los ingresos de los trabajadores, han sufrido una disminución en su capacidad de compra.
También está el tema del aumento salarial, que se debe discutir con el sector empresarial, lo que hay que actualizar en base al costo de la canasta familiar y los temas a debatir en una eventual modificación del Código de Trabajo, como es el caso de la Cesantia cuyo objetivo es reconocer el aporte del tiempo que el trabajador ha dado a la empresa. Además, le ayuda económicamente para que pueda contar con un dinero mientras se reincorpora al mundo laboral para un nuevo empleador.
A la Cesantia se opone el sector empresarial argumentando que es una traba para la competitividad en especial para las pequeñas y medianas empresas, planteando reformas que flexibilicen las reglas que rigen el empleo. Mientras que los trabajadores han declarado que este tema es innegociable ya que la cesantía es una compensación justa debido al bajo nivel de los salarios en el país y la ausencia de protecciones sociales para el desempleado.
Otro aspecto importante de la lucha de los trabajadores dominicanos es la modificación del sistema de seguridad social de modo que garantice pensiones justas y suficientes, contrario a las graves injusticias y falencias del modelo de seguridad social vigente en el país, pues se ha comprobado y evidenciado que la adecuada solución es el establecimiento de un sistema de seguridad social solidario y universal, que supere el actual modelo privatizador.
La lucha de los trabajadores dominicanos debe evitar la dispersión de esfuerzos que solo debilita sus luchas, la falta de unidad y cohesión solo beneficia al enemigo de clase, la unidad de acción del movimiento sindical dominicano es la única garantia de luchar con éxito por las reivindicaciones de los trabajadores y de iniciar una nueva etapa en el desarrollo de las luchas sindicales en la República Dominicana y todo el mundo.
Además es el mejor homenaje que se puede rendir a los miles de dirigentes sindicales que han sido perseguidos, maltratados y asesinados, por defender los intereses de su clase, hay que dejar atrás errores del pasado y mantener una actitud firme, serena y responsable, contra la explotación, la miseria, él atraso y la ignorancia, realizando todos los esfuerzos para que los problemas del país, se resuelvan en favor de los trabajadores y las grandes mayorías nacionales.
El 1 de Mayo se halla indisolublemente ligado al futuro del movimiento obrero a nivel mundial pues, tal y como hemos visto, es un indicador de las preocupaciones y los objetivos de las organizaciones de la clase trabajadora, por lo que cualquier lucha obrera y popular y más en estos tiempos de Covid-19, ha de unir su reivindicación territorial, regional y nacional, con su visión mundial, de modo que esto sea un apoyo solidario a la lucha de los trabajadores de América Latina y del mundo.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador