El presidente Luis Abinader en su discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero, llamó a las fuerzas políticas a un gran pacto de nación, para una política de Estado, firme, estratégica y uniforme que proteja y brinde confianza al pueblo dominicano, el mandatario manifestó que la República Dominicana en todo lo relacionado con Haití y sus crisis, debe tener una posición unificada o del más amplio consenso.
El mandatario al hablar de la política migratoria seguida por su gobierno afirmo que, “Nunca antes ningún gobierno había hecho tanto por proteger la integridad de la República Dominicana a lo largo de su frontera, ni había manifestado tanta firmeza en nuestra política migratoria, en consonancia con los derechos humanos, pero sin titubeos a la hora de su aplicación”.
Como siempre para el gobierno todas sus acciones son históricas y sin precedentes, consideran que el país comienza desde que ellos llegaron al gobierno, desconociendo los logros en materia migratoria del gobierno anterior, que no solo se circunscriben al tema haitiano, sino que van más allá, abarcando toda la amplitud del área migratoria, en la cual se obtuvieron importantes logros.
Entre estos podemos citar la Estrategia Nacional de Desarrollo que plantea el ordenamiento de los flujos migratorios, el Plan nacional de Regularización de Extranjeros, la ley 169-14, las encuestas de inmigrantes, los trabajos del Instituto Nacional de Migración, la gobernanza e institucionalidad migratoria, el funcionamiento del Consejo Nacional de Migración, entre muchos otros.
Al presidente Abinader hacer esta propuesta se le han olvidado las veces en que ha convocado a la oposición a dialogar y no se han obtenido resultados, a pesar de la disposición de la oposición progresista de apoyar todo lo que favorezca el interés nacional, el gobierno no ha podido canalizar positivamente esta actitud, para beneficio del pueblo dominicano.
Ya hubo una reunión en palacio en el mes de noviembre en la cual participaron los partidos políticos con el presidente de la república, en la cual se establecieron algunos consensos que no fueron honrados y que por el contrario el gobierno siguió adelante con el desarrollo del tema migratorio, desoyendo los consensos desperdiciando esa excelente oportunidad que se le presento.
Después estuvo el famoso dialogo nacional, donde la oposición volvió a pesar de todo a participar en las mesas temáticas que se crearon con esos fines, una de las cuales era la de política exterior y migración, la que resultó en un rotundo fracaso ya que el gobierno no fue capaz de presentar un documento con sus ideas sobre el tema migratorio, que sirviera de base para los debates.
Ahora el presidente por tercera vez a convocado de nuevo a un pacto de nación, cuando ha perdido credibilidad y solo ha hecho perder tiempo a las organizaciones políticas que decidieron de buena fe participar en las anteriores convocatorias creyendo en las buenas intenciones del gobierno de provocar un diálogo real que verdaderamente contribuyera al interés nacional.
El Partido de la Liberación Dominicana, a través de su secretario general Charles Mariotti, ha declarado con toda razón que el PLD, no perderá su tiempo y que por tanto no participara de esta convocatoria y que, “la responsabilidad de la política exterior y migratoria es responsabilidad del Poder Ejecutivo’’, agregando que,’’ es al mandatario al que le corresponde fortalecer la soberanía nacional’’.
El dirigente político afirmó que, ‘’al presidente le corresponde mostrar soluciones y demostrar que tiene las capacidades para ejercer y aplicar los mandatos constitucionales”, el PLD como siempre, ha actuado con mucha responsabilidad política, que aunque no se opone al dialogo político no está dispuesto a dejarse utilizar por un gobierno en el que no se puede confiar.
La política migratoria hay que afrontarla con responsabilidad, el presidente fue elegido para que gobernara defendiendo los intereses nacionales y eso no debe de estar en discusión, no hay espacio para medias tintas ni vacilaciones, Haiti padece lamentables y complejos problemas que necesitan que la comunidad internacional preste más atención a esta nación, movilizando amplios recursos financieros.
Haití constituye una preocupación para la República Dominicana, pero al mismo tiempo es una oportunidad, ya que fue durante algunos años el 2do. destino de las exportaciones dominicanas, lo que se ha venido afectando por la inestabilidad política de Haití, por lo que debemos apoyar el desarrollo económico y social de esa nación, en base a la consolidación de un verdadero estado democrático.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador