El malestar social a lo largo de la región Latinoamericana se siente cada vez más, aumento de los sectores vulnerables, más pobreza e incertidumbre, una región que sufre la mayor y peor contracción económica , que está provocando que millones de personas no puedan salir de la pobreza y un gran aumento de la desigualdad, las injusticias, la exclusión y los abusos , lo que se a agravado, por la muerte y devastación causada por la pandemia de Covid-19 y los manejos de los malos gobiernos que han padecido los pueblos latinoamericanos.
En este contexto las protestas sociales no se han hecho esperar, las marchas, los mítines , las concentraciones multitudinarias, los estallidos sociales todos producto de las crisis económica que ha conducido a las crisis políticas que cuestionan a los gobiernos neoliberales que han fracasado, lo que produce inestabilidades y violencia que atentan contra la paz y la estabilidad económica, social y política de una región que aunque no espera milagros, si mejorías a sus graves problemas económicos.
Toda esta situación está provocando en los últimos años un repudio generalizado a las políticas neoliberales que aplican gobiernos y partidos de derecha conservadores y que es enfrentada por vastos sectores sociales y partidos progresistas de izquierda, que están construyendo y desarrollando una gran unidad de acción, para enfrentar electoralmente a esos sectores, que nunca han pensado en los intereses de los pueblos de América Latina.
Es de ahí que a partir de los años 2020 y 2021 candidatos progresistas de izquierda, han triunfado en la mayoría de las elecciones celebradas en la región: Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile y Daniel Ortega en Nicaragua, asimismo en Venezuela triunfó el gran polo patriótico en las elecciones municipales que se celebraron recientemente en ese país.
En Chile como consecuencia del estallido social de Noviembre de año 2019 y del fuerte movimiento social y político que produjo, una coalición llamada Apruebo Dignidad integrada por los Partidos Convergencia Social PCS ,Comunista PC, Revolución Democrática PRD, Federación Regionalista Verde Social FRVS y Comunes C, además 5 movimientos políticos que no son partidos, Acción Humanista, Unir, Comunidad por la dignidad, fuerza Común y Plataforma Socialista, obtuvieron una aplastante victoria en las elecciones chilenas efectuadas en noviembre del 2021.
Esta coalición con el apoyo mayoritario de la izquierda progresista y el movimiento social de Chile encabezados por los partidos, Socialista PS, Demócrata Cristiano PDC, por la Democracia PPD, Liberal PL, Progresista PRO, Radical, PR Nuevo Trato NT, Ecologista verde PEV, Igualdad PI, Humanista PH, Ciudadanos CIU y otros grupos más, ganaron esta elección en la segunda vuelta electoral con el 55,9% de los votos, frente al 44,9% del candidato ultraderechista José Antonio Kast.
En Honduras en las elecciones celebradas el 28 de noviembre del 2021, una alianza encabezada por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) e integrada por el partido Salvador de Honduras y el Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD) y una cantidad de movimientos sociales obtuvo una arrolladora victoria para la candidata Xiomara Castro que obtuvo 1,716,793 votos más del 50%, frente al candidato Nasry Asfura del Partido Nacional PN (Derecha) que obtuvo un 36% y Yani Rosenthal del Partido Liberal PL, que obtuvo un 10%.
En las elecciones de Perú celebradas en Abril del 2021, la unidad de los partidos de izquierda progresista y el movimiento social, encabezados por Perú Libre con el apoyo de Nuevo Perú, Frente Amplio, Democracia Directa, Renacimiento Unido Nacional y otras organizaciones políticas y sociales, derrotaron a la derecha peruana encabezada por Keiko Fujimori y así cerrarle el paso a las fuerzas autoritarias y corruptas para lograr un gobierno del pueblo e impulsar los cambios profundos que el Perú necesita.
En Nicaragua en las elecciones celebradas el 7 de Noviembre del 2021 triunfo La Alianza Unida Nicaragua que encabeza el Frente Sandinista de Liberación Nacional y que integran 10 partidos políticos (6 Nacionales y 4 Regionales), Junto al FSLN, la Alianza Unida la conforman los Partidos Liberal Nacionalista, Unidad Cristiana, Alternativa por el Cambio, Resistencia Nicaragüense, Camino Cristiano Nicaragüense, Indígena Multiétnico, Autónomo Liberal y Movimiento Yapti Tasba Masraka Raya Nani Myatamaran y otros grupos sociales
En las recientes elecciones regionales venezolanas celebradas el 21 de Noviembre del 2021, el gran polo Patriótico integrado por 9 partidos políticos ,(Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Patria Para Todos (PPT), Tupamaro, Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Alianza para el Cambio (AC), Podemos, Unidad Popular Venezolana (UPV), Organización Renovadora Auténtica (ORA) y somos Venezuela, además una gran cantidad de movimientos sociales, ganó 19 de 23 gobernaciones, la oposición ganó 4 .
En las elecciones Bolivianas celebradas el 20 de Octubre del 2020 resulto triunfante el Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) , con el apoyo de las organizaciones indígenas y las sociales aglutinadas en el Pacto de Unidad , los candidatos progresistas obtuvieron el 55,1% de los sufragios, conquistando Luis Arce la victoria en primera vuelta, Carlos Mesa, de la derechista Comunidad Ciudadana, obtuvo el 38,8%, y el candidato de la ultra derecha, Luis Fernando Camacho 14%.
Para el año 2022 se prevé que este descontento popular de los latinoamericanos con los gobiernos de turno continúe con las probables victorias del Expresidente Lula da Silva en Brasil y Gustavo Petro en Colombia, en consecuencia, se empieza a ver en el horizonte un cuadro en el que los gobiernos progresistas de izquierda pueden ser mayoría en toda América Latina.
Esta situación seria un gran desafío para cumplir con las demandas de la población, de mejores servicios públicos, seguridad social, más igualdad, mayor inclusión y seguridad ciudadana, mejores condiciones de vida, demandas todas con las que los sectores progresistas de izquierda y el movimiento social están comprometidos con sus pueblos.
En estos procesos electorales ha quedado claro que ya un partido solo no es garantía de triunfo electoral, es necesario la participación de coaliciones políticas y sociales que construyan mayorías solidas que produzcan gobiernos con fuerte legitimidad y apoyo popular, que puedan llevar adelante el combate contra el deterioro social, la incertidumbre económica y la crisis sanitaria provocada por la pandemia del covid 19 y el neoliberalismo.
Estamos en un momento en que estarán a prueba las instituciones democráticas, los partidos políticos y los viejos y nuevos liderazgos, el panorama presenta mayor polarización, un incremento de la fragmentación y persistencia de la frustración en la población, lo que hace más complejo los grandes consensos y los acuerdos para impulsar las necesarias reformas políticas institucionales y las grandes transformaciones económicas.
La pandemia representa un reto político, además de económico y social para los sistemas democráticos de América Latina. Si se quiere mantener la democracia y sus instituciones en funcionamiento será necesario garantizar el conjunto de libertades y derechos, lo que solo será posible con una amplia unidad de las fuerzas políticas progresistas de izquierda y el movimiento social, con el fin de enfrentar con éxito los esfuerzos por la recuperación económica y la normalización ante la crisis sanitaria global.
Por Luis Fernández