En América Latina y el mundo vivimos en una permanente incompetencia e improvisación política, con líderes y partidos que parecen incapaces de fijar una dirección correcta o acordar soluciones duraderas a los problemas de los pueblos, esto está creando un panorama de incertidumbres y temores, entre una población que cada vez más reclama la aplicación de políticas publicas sostenibles, que impacten positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
La competencia política de líderes y partidos es fundamental en el ejercicio del poder, ya que, si se toman decisiones, en muchos casos no se sabe muy bien por qué o para qué. Y casi nunca se explica adonde se quiere llegar con ellas y si lo hacen lo dicen de manera ambigua y confusa, quizá porque no lo saben o porque temen no acertar, evidenciando frente a sus pueblos su incapacidad para promover la eficiencia en la aplicación de políticas que produzcan el máximo bienestar social posible.
Las competencias técnicas son muy distintas de las competencias políticas. En estas últimas, la experiencia es determinante, es por esto que las políticas del Estado frente a los desafíos nacionales, regionales y globales implican un Estado fuerte, proactivo y partícipe con otros en su función económica y social capaz de formular e impulsar estrategias de desarrollo con el fin de alcanzar metas económicas y sociales; lo que debe ir de la mano de un modelo de gestión pública de calidad, manejado con responsabilidad, orientado al desarrollo que incluya la entrega y provisión de bienes y servicios públicos de manera efectiva, eficiente y oportuna.
Hacemos estas precisiones con el fin de destacar lo peligroso que resulta para un país, que se vaya desarrollando la pasión por los errores, la incompetencia y la improvisación, lo que lamentablemente está afectando en nuestro país, el accionar del gobierno de turno y en consecuencia al pueblo dominicano, quien es en definitiva el que debe beneficiarse de una buena gestión de gobierno, a su servicio y no al servicio de los más poderosos.
En el tiempo que lleva el gobierno del PRM han sido evidentes los errores e improvisaciones en la administración pública, lo que ha obligado a revocar medidas tomadas ante la inobservancia de la ley y que por presiones mediáticas o empresariales han tenido que cambiar, recular o en buen dominicano echarse para atrás, tal es el caso de la imposición de nuevos impuestos cuando el Poder Ejecutivo depositó el proyecto de Presupuesto de 2021 que contemplaba gravámenes transitorios entre ellos el cobro del Impuesto Sobre la Renta (ISR) al salario de navidad o sueldo 13.
Además, se pretendía establecer “un impuesto transitorio de tres (3%) por ciento sobre las operaciones o consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito, débito, así como cualquier otro medio de pago equivalente, realizadas por residentes nacionales en transacciones de bienes y servicios” el presidente nuevamente se dirigió al país y hecho para atrás las intenciones de imponer más gravámenes a la población anunciando un acuerdo con la Barrick Gold que consiste en el pago por adelantado de los impuestos de la empresa minera al Estado dominicano.
Todos recordamos el caso de INAPA donde fue necesario modificar una ley para nombrar un dirigente del PRM en una posición que no podía ocupar porque la ley se lo prohibía, el caso del logo marca país el cual el ministerio de Turismo decidió no utilizarlo y convocar un concurso para que jóvenes dominicanos diseñen uno nuevo, además los casos del Ministerio de la Mujer, que llevaron a la destitución de la Ministra y el caso de Edesur cuyo gerente general debido a las críticas renuncio al beneficio de “60 mil pesos de combustible”.
El escándalo que se produjo en el Gabinete de Política Social, con los 100 millones de pesos entregados a 77 artistas para fiestas populares en navidad y que según la Ley de Compras y Contrataciones, una contratación inmediata debe justificarse y publicarse en el portal de transparencia; el Gabinete no hizo este procedimiento por lo que el director de Compras y Contrataciones Públicas, recomendó su anulación, al final se denominó “apoyo solidario”, de modo que el dinero no tenía que ser devuelto.
En el llamado “gobierno del cambio”, se han cometido muchos errores, de los cuales hemos citado unos pocos lo que sumado a variadas incompetencias, improvisaciones y escándalos, están llevando al PRM y su gobierno a realizar pasos en falso como el intento de modificar la constitución en momentos en que no es una prioridad y si lo son otros problemas que tiene el país, tratando de cuestionar el sistema de mayoría (50% +1) con que se eligen, nuestras autoridades nacionales lo que deja muy mal parado a los que sueñan con hacerse un traje a la medida para las elecciones del 2024.
Asimismo, han convocado un dialogo nacional con los partidos de oposición y la sociedad civil, el cual no ha avanzado y que el PLD a través de su secretario general ha planteado que, “la situación actual del Diálogo Nacional, está prácticamente empantanado, enchivado y no quisiéramos pensar que una vez más el gobierno hace llamados a las principales fuerzas políticas del país solo con el objeto de maquillar, de cosmetizar o de bajarle intensidad a problemas que están agobiando a la población”.
Lo último ha sido el anuncio hecho por el Ministerio de turismo y el ministerio de Interior y Policía de la extensión o flexibilización del horario en los centros de diversión nocturnos del país, como bares, restaurantes, discotecas, clubes, centros de eventos, piano bares y casinos, lo que se hizo en plena semana santa, cuando se hacen esfuerzos por lograr que esta sea un período de recogimiento, respeto, renovación de fe. Pero también de descanso, sin excesos, apenas para aprovechar la oportunidad de encuentros familiares, lamentable falta de tacto.
Hay que ponerle fin a la preocupante seguidilla de errores, incompetencia, escándalos e improvisación, del gobierno del PRM, lo que está provocando que informes de organismos internacionales ya estén señalando que la pobreza está aumentando en el país, como es el caso del informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). que ha señalado que, “La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria», lo que ha provocado que la pobreza en la República Dominicana creciera en un 2%.
Hay que seguir velando porque los gobiernos mejoren sus políticas públicas para un mayor desarrollo socioeconómico de la nación, que produzca el máximo bienestar social posible y una mayor calidad de vida a la población, esto se lograra promoviendo la competencia, la eficiencia y la responsabilidad con que se implemente una gestión pública al servicio del pueblo y sus intereses y no al servicio de los ricos.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador