La respuesta ante la delincuencia, que se repite, porque es cíclica, no es y nunca será, sólo enfrentarla con violencia, violencia trae más violencia y es una respuesta equivocada por parte del Estado y del gobierno pretender resolver, la ola actual de la delincuencia, tirando la guardia a las calles para enfrentarla sin dar ninguna respuesta a las raíces sociales que la generan.
Resulta muy mala idea en estos momentos, donde una gran parte de la población se encuentra asediada por los apagones, el calor, la carestía en todos los productos de primera necesidad, la escasez de algunos, el alto costo en todos los combustibles y encima también represión por parte de una Policía Nacional mafiosa y trujillista.
Esta receta ha sido suministrada otras tantas veces al paciente de la delincuencia y la violencia sin surtir ningún efecto, ya se sabe que es una solución mediática. Matan una parte, meten en cárceles a otra, pero las condiciones que la generan y ocasionan siguen igualita, hace ya muchas décadas.
Está demostrado y es bien conocido que, esas ¨condiciones¨, a las que me refiero, o sea, la baja educación, la falta de empleos, el desorden desde el Estado, el incumplimiento de las leyes, sobre todo de quienes dirigen la cosa pública, la intoxicación a la juventud, permitida por todos gobiernos, en los medios de comunicación, no son al azar sino todo lo contrario.
A mediado de los 80, durante los últimos 10 años de Balaguer en el poder, la delincuencia, tipo actual, se ha convertido en un círculo vicioso. Recuerden a Moncho Henríquez, un exjefe del servicio secreto de los primeros 12 años del Doctor, armó bandas de delincuentes en las Cañitas, Gualey, 24 de abril, entre otros sectores, bandas encargadas de proteger el narcotráfico en Santo Domingo.
La delincuencia, la violencia y el desorden estamos de acuerdo deben ser erradicados, pero desde su raíz. Dando el ejemplo con los que se encuentran en la cima de la pirámide social, dejando de intoxicar a los jóvenes a través de los medios de comunicación masiva, dándoles facilidades y presupuesto al Ministerio Público, permitiendo la creación de una policía científica…
Aprobando la ley de extinción de dominio, devolviéndole a la población el derecho a la salud, a la alimentación, al agua potable, al techo digno, a una educación actualizada, real, abierta y sin mentiras, que den herramientas a las personas de ser verdaderamente libres e independientes, sin la necesidad de depender de una dadiva de un político corrupto o un presidente demagogo.
Esa, señor Gobierno, son algunas de las medidas que necesita esta población golpeada, asediada y engañada durante ya bastante tiempo. Las otras medidas, señor gobierno, se sabe que son mediáticas y también jugar con candela, sobre todo, con una gran cantidad de personas con armas legales y no, jartas de todo y hasta con problemas psicológicos. Ustedes sabrán…
Por Ebert Gómez Guillermo