De acuerdo a publicaciones oficiales en la prensa escrita nacional, el país, gradúa más médicos de los que pueden ser insertados en Sistema Nacional de Salud.
Treinta hospitales ofrecen preparación en distintas especialidades de la medicina, para ser ofertadas a dos o tres mil graduados, y las plazas habitualmente no pasan de mil.
Muchos de ellos ante la imposibilidad de un mercado laboral, se auxilian de becas o se preparan para los exámenes que les permitan realizar estudios de postgrado en Estados Unidos, España, Francia, Rusia, entre otros. Estos ya con carácter limitativo pues dan preferencia a sus nacionales.
En el país de acuerdo a fuentes oficiales existe en la actualidad una matrícula de cuatro mil estudiantes de medicina, lo que representa una abrumadora realidad y la imposibilidad de desarrollar planes reales.
Imaginemos dos eventuales escenarios: Que se superpongan los datos del Censo Nacional realizado con los de la Dirección Nacional de Estadísticas, para determinar el número de habitantes por provincias, municipios, parajes o secciones y extrapolar a 10 años el índice de crecimiento de esas áreas e iniciar un plan de regionalización con ese excedente de médicos que no fueron aprobados en los exámenes de especialidad.
Con el compromiso del Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Colegio Médico Dominicano (CMD), de que serán los primeros en darles oportunidad para participar en concurso de residencias del próximo año. Ya que no debe continuarse con el sentimiento de frustración que permanece en esos graduandos. No es una tarea fácil, pero con la aplicación de medidas e incentivos se puede ayudar a paliar este tormentoso derrotero que tiene ya más de cincuenta años.
Por Jacinto Mañon
*El autor es médico cardiólogo
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