América Latina exporta el 86 % de su producción agropecuaria, equivalente al 14 % del consumo mundial, pero solo el 13 % de esa oferta exportable se queda en la región, donde 57 millones de personas padecen hambre, agravada por el incremento de la inflación sobre la canasta alimenticia, que a septiembre del 2022 fue de 43 por ciento.
La región funge como una gran finca agrícola y ganadera para suplir principalmente a Estados Unidos, China, Canadá y la Unión Europea, destinos que con sus políticas monetarias y monopolio del financiamiento, agravan la crisis económica, financiera y elevado índice inflacionario en el continente.
En su rol de despensa del mundo, Latinoamérica representa la sexta parte de la producción mundial con un 14 % de las 9,800 millones de toneladas de alimentos que se produjeron en la cosecha del 2020-2021.
En el portal Bloomberg, República Dominicana figura como productor de azúcar, a la zaga de potencias exportadoras latinoamericanas, como Brasil, México, Colombia y Cuba, pero no aparece en la lista de grandes productores maíz, trigo, papa y arroz, que figuran en la oferta exportable de la región.
Un dato relevante refiere que solo cuatro países tienen otros rubros de origen agrícola diferente a la caña de azúcar como los de mayor producción por año: Chile, con la uva; Paraguay, con la soya; Uruguay, leche de vaca y Argentina, con el maíz.
La producción agrícola dominicana mantiene un ritmo cercano al registrado a nivel mundial (4,3 %), pero se requiere salir del círculo vicioso que representa el criterio de que la meta debe limitarse a satisfacer entre el 80 o 85 % de la demanda interna, sin ningún propósito de incentivar vocación exportadora.
Prohibir, aun fuera por 15 días, las exportaciones de arroz hacia Haití y otros destinos, constituyó un error, como ha sido un gran acierto del Banco de Reservas incrementar la cartera de crédito de seis mil a diez mil millones de pesos para el programa de pignoración del cereal.
La seguridad alimentaria se garantiza con el incremento y diversificación de las exportaciones de rubros agrícolas, especialmente en aquellos en los que el país es competitivo en la zona del Caribe, Estados Unidos y Europa, como banano, aguacate, mango, arroz, frutas, vegetales, derivados lácteos y producción en ambiente controlado o con valor agregado.
Se requiere promover mayor financiamiento al sector agropecuario, transferencia tecnológica, aumentar la productividad y erradicar prácticas desleales que perjudican a los productores. Urge, pues acrecentar y diversificar las exportaciones.
Por Orión Mejía