El continente africano sigue siendo el más pobre del mundo, la situación de indigencia en que viven millones de personas en esa area del mundo puede ser atribuida a diversos factores históricos, políticos, geográficos y económicos, los siglos de colonización y exploración de África por parte de los paises de Europa, concluyeron en la inestabilidad política y los conflictos que sufren hoy los países del continente, lo que ha reducido la capacidad productiva y limitado los esfuerzos de reducción de la pobreza .
África Cuyo nombre corresponde a la palabra que usaban los antiguos romanos para referirse a todos los países al sur del Mediterráneo (Afri), es el tercer continente más extenso del mundo, Posee una superficie total de 30 millones, 272 mil, 922 km² tras Asia ( 44 millones,500 mil km².) y América (42 millones, 500 mil km² ), está situado entre los océanos Atlántico, al oeste, e Índico, al este, cuenta con 54 estados soberanos, con una Población que supera los mil trescientos millones de habitantes, representando un 15 % del total mundial, y el 33% de la población pobre del mundo.
El continente Africano a sido sacudido por grandes epidemias, como la enfermedad del Ébola, el Sida , la Malaria y aunque en menor medida y con menor mortalidad por el Covid 19, que constantemente amenazan a la población Áfricana, y forman un ciclo que se retroalimenta: los más pobres son los más afectados por las epidemias, pues no disponen de acceso a los servicios básicos de salud esenciales para la prevención y la cura de enfermedades, y en consecuencia, una población enferma es incapaz de generar productos básicos para su supervivencia, lo que la condena a vivir en condiciones de pobreza y marginalidad.
En los ultimos años en Africa se han incrementado los Conflictos, el terrorismo, las tensiones sociales y políticas, lo que esta debilitando y desestabilizando al continente,haciendo que la ciudadania este deseperada por la inseguridad, la ausencia de perspectivas para la juventud y la corrupción de sus dirigentes., a lo que se une una cadena de golpes de estado,6 en total ocurridos en el 2021 en Chad, Mali, Guinea ,Sudan donde hubo 2 intentos y Niger donde fallo la intentona contra el presidente Mohamed Bazoum.
la República de Chad, con una poblacion de mas de 16 millones de personas es un país ubicado en África Central, en 1960 obtuvo su independencia de Francia y en Abril del 2021 su presidente Idriss Déby Itno quien gobernaba desde 1990 murio en el campo de batalla,mientras lideraba una ofensiva militar contra los rebeldes del norte, le sucedió su hijo Mahamat Idriss Déby quien prometio elecciones libres y democráticas en un margen de 18 meses Pero existen serias razones para pensar que las reformas serán meramente cosméticas y que su único objeto será mantener en el poder al entramado familiar de los Déby.
La República de Mali con una población de 20 millones 137 mil 527 personas, ha sufrido en los últimos 9 años 3 golpes de Estado, el ultimo de ellos en 2021 donde fueron detenidos el presidente transitorio, Bah Nada y su primer ministro, Moctar Ouané, el golpe militar se produce en un momento delicado en Malí que vivía en esos momentos una huelga nacional convocada por la Unión Nacional de Trabajadores, la central sindical más importante del país y una gran inseguridad en el norte y centro debido a la actividad de los grupos terroristas.
La República de Guinea Bissau, con una población de 1 millón, 693 mil, 398 habitantes, fue colonia portuguesa hasta 1974, es el último territorio del oeste africano en vivir un intento de asonada a cargo de militares. El 31 de enero, el asalto al complejo administrativo-militar donde se concentran los edificios oficiales del país, en la capital, Bisáu, terminó en un enfrentamiento de militares y policías leales al presidente, Umaro Sissoco Embaló, contra un grupo de insurgentes lo que provoco una cantidad indeterminada de muertos.
El golpe fracaso y el presidente lo atribuyo a «las decisiones adoptadas por su gobierno contra el narcotráfico y la corrupción», Guinea Bisáu se ha convertido en los últimos años en un paso obligado de recepción y distribución de la cocaína procedente de América del Sur, desde su independencia en el 1974, Guinea Bisáu ha vivido cuatro alzamientos militares y desde 2014 vive un precario orden constitucional, salpicado de violencia y acusaciones de corrupción.
En el Sudan con una población de 40 millones,235 mil, habitantes, en Octubre del 2021 los militares disolvieron el gobierno del país y declararon el estado de emergencia, el golpe de Estado ha aplastado las esperanzas de una transición pacífica del poder tras la destitución del expresidente Omar al-Bashir en 2019. Desde que lograra la independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán se ha visto envuelto en dos guerras civiles como consecuencia de los continuos enfrentamientos de carácter étnico y religioso entre el norte, islámico y árabe, y el sur, cristiano y formado por comunidades negras.
La República del Sudan con una extensión de 1 millón 886 mil km², lo que la convertía en el país más extenso de África logro su independencia en 1956 , en el 2011 fruto de la lucha por el poder del norte y del sur se divide en 2 estados, Como consecuencia de un referéndum celebrado en enero del mismo año en el que el 98% de la población votó por la independencia del sur del país así, dejo de ser el país más extenso de África, para dar paso a la República de Sudán y a la República de Sudán del Sur Sin embargo, esta decisión no ha llevado la paz a una zona sumida en la violencia desde hace décadas.
Burkina Faso con una población de 20. Millones 903 mil , 278 habitantes es otra República que sufre una situación de violencia que ha provocado el desplazamiento de un millón y medio de personas, los disturbios y las protestas contra el gobierno que exigían la renuncia del presidente, los ataques de militantes que comenzaron en 2015 que han cobrado más de 2.000 vidas ,las escuelas cerradas en gran parte del país porque es demasiado peligroso abrirlas y la falta de confianza pública en la gestión de la crisis de seguridad por parte del presidente.
A la situación antes mencionada debemos agregar algunos ataques terroristas en algunas regiones del país, fundamentalmente el ataque realizado en Solhan región situada al noroeste del país y cerca de la frontera con Mali y el ataque a la base militar de Inata, en el norte del país, en el que murieron mas de 50 gendarmes abandonados sin víveres ni municiones durante días, lo que contribuyó al deterioro de la imagen del gobierno y a la explosión de la ira en las calles, todo condujo al derrocamiento del presidente y a la instauración de una junta militar.
Como se ve en los hechos anteriormente señalados en el continente africano se esta presentando una sucesión de golpes militares, que en algunos casos son acogidos con simpatía por la población. Los golpistas son considerados «libertadores» para los ciudadanos despreciados por unas élites políticas que se enriquecen sin vergüenza y personifican una corrupción a gran escala sin mecanismos de control alguno y las incesantes catástrofes humanitarias , esto a llevado a las sociedades Africanas a una gran desestabilización económica y política, profundizando el hambre, la pobreza y la desigualdad.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres condeno estos golpes calificándolos como , “una epidemia de golpes de Estado”, asimismo las principales organizaciones africanas, como La Unión Africana han condenado la serie de golpes militares y la violencia que vive el continente Africano, la mayoría de ellos provocados por la inseguridad ciudadana, la mala gobernanza y una juventud frustrada, la OUA también suspendió a Malí, Guinea y Sudán, pero no a Chad, lo cual supone la aplicación de un doble rasero que, según advirtieron algunos analistas, podría tener consecuencias nefastas para África.
La Unión Africana, las Naciones Unidas y la Unión Europea, así como la Liga Árabe y Estados Unidos, han expresado su profunda preocupación por estos golpes de Estado y han exigido la inmediata liberación de todos los líderes políticos arrestados, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, apuntó que estos afectan a los países de África y urgió a las potencias del mundo a unirse para «disuadir de forma efectiva» estos actos a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
Todos estos golpes de Estado tienen un denominador común: la crisis económica y el descontento popular, marcado también por el terrorismo yihadista, la inmigración o el crimen organizado, no son solo preocupantes estos golpes de Estado, sino el efecto contagio que se puede crear en otros países africanos ante la falta de respuesta internacional, lo que representa una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad del continente africano.
Los siglos de colonización y explotación de África por parte de Europa, afectaron directamente la organización social de la población y la formación de los actuales estados nacionales y han contribuido con la inestabilidad política y los conflictos que sufren hoy los países del continente, en un contexto de conflictos, y violencia la construcción de capacidad productiva y de un estado de bienestar social se hace dificultosa, limitando los esfuerzos de reducción de la pobreza y la desigualdad en África.
El derrocamiento de Gobiernos democráticos en África se está convirtiendo en una tendencia y el problema de estos países en última instancia es la legitimidad del Estado y la percepción de los ciudadanos de si su gobierno es válido y capaz de satisfacer sus necesidades. Esta legitimidad requiere centrarse en la protección de los civiles y en garantizar la justicia y la rendición de cuentas por las violaciones y abusos de los derechos humanos, si los Estados no hacen el compromiso de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, es probable que ningún grado de compromiso internacional tenga éxito.
La legitimidad de un Estado empieza a nivel interno cuando sus ciudadanos lo consideran capaz de la labor que tienen que llevar a cabo en beneficio de sus ciudadanos. Sin embargo, el mismo pierde esta legitimidad cuando no sirve a su pueblo y sirve a sus propios intereses o a intereses de terceros, que nunca son los intereses de las mayorías nacionales que necesitan de la protección de un verdadero Estado de derecho.
Hacemos votos porque el continente africano se encamine por nuevos senderos, que propicien la paz, la seguridad ciudadana y la lucha efectiva contra la pobreza y la desigualdad, de modo que los mas de 1,300 millones de personas que habitan en ese extenso territorio con una gran cantidad de recursos naturales, tengan una nueva calidad de vida, que permita luchar con éxito contra la pobreza y la desigualdad.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador