Kamala Harris podría convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, un hito histórico que marcaría un cambio significativo en la política de ese país. Aunque ya asumió brevemente el poder en el 2021, durante un procedimiento médico del presidente Joe Biden, su candidatura para las elecciones de 2024 representa una oportunidad real de romper barreras, incluyendo ser la primera mujer de color en el cargo.
La candidatura de la vicepresidenta de los EE.UU. Kamala Harris, tiene un impacto de mucha importancia en la política estadounidense, al ser la primera mujer y persona de color en encabezar un Partido el Demócrata en el poder, que podría movilizar a votantes, especialmente entre las mujeres y la minoría.
Ella tiene posibilidades reales de ser la presidenta del país más poderosos del mundo, cuenta con el respaldo del presidente Biden y de figuras prominentes del partido Demócrata, que a pocos días de su postulación se mantiene en crecimiento, para vencer al expresidente y candidato Republicano Donald Trump.
Al obtener el triunfo en las elecciones presidenciales de noviembre de los Estados Unidos, su victoria como presidenta tendría un impacto profundo en varios ámbitos. Entre las mujeres y la minoría, Harris, sería un símbolo de avance para las mujeres y las minorías, incluyendo la latina, inspirando a futuras generaciones. Su ascenso a la presidencia desafía estereotipos y promueve la diversidad en la política.
Con su liderazgo y activismo, podría galvanizar movimientos a favor de la mujer antirracista, fortaleciendo la lucha por la igualdad de género y racial en los Estados Unidos.
En la geopolítica, en el ámbito internacional, la elección de una mujer como presidenta, de ascendencia hindú podría influir en las relaciones con la India y otras naciones, promoviendo un enfoque más inclusivo y diverso de la política exterior de su gobierno.
Traerá también su ascenso al poder un cambio en las estrategias estadounidenses, priorizando en los derechos humanos y justicia social en la política exterior, lo que podría redefinir alianzas y compromisos globales, lo cual impactará en la percepción global del país.
En la comunidad latina, el liderazgo de Kamala Harris, es uno de su reto como factor clave para movilizar y trabajar el voto latino a su favor, para así contrarrestar el apoyo el apoyo que Trump mantiene en ciertos segmentos de este electorado.
En la conexión cultural, la candidata del Partido Demócrata, busca conectar con la comunidad latina, siendo vista como una figura inspiradora para muchas mujeres latinas, que la consideran un reflejo de diversidad y progreso en la política, tiene buenos números de aceptación favorable.
Kamala Harris, asume un gran compromiso con el emprendimiento, destacando la importancia del emprendimiento latino, enfatizando el acceso al capital para negocios dirigidos por la minorías y mujeres emprendedoras, lo que refuerza su apoyo a este grupo.
En cuanto al control de las armas, ha sido una firme defensora del control de armas. En Las Vegas, de Estados Unidos, Harris, mostró una propuesta para implementar leyes más estrictas, buscando frenar la violencia armadas en el país.
Ha pedido la prohibición total a la venta de armas de asalto y una serie de medidas para regular la tenencia de armas. Su agenda como candidata presidencial conecta con este tema, que ha adquirido mayor relevancia en el contexto de las muertes por tiroteos y la violencia armada.
Harris, considera en ese sentido, que el control de las armas es una prioridad y ha liderado esfuerzos para implementar leyes que limiten el acceso a armamento, especialmente las armas de asalto, con el objetivo de reducir la violencia y proteger a la población.
Por encima de China, Estados Unidos posee la economía más grande del mundo. A raíz de la pandemia de COVID-19, la tasa de crecimiento del PIB del país pasó a ser negativa después de diez años de crecimiento, agravada por el aumento de la desigualdad y la obsolescencia de la infraestructura.
Kamala Harris, plantea mejorar la economía de los Estados Unidos, a través de medidas importantes como la reducción de la pobreza infantil, apoyo a los sindicatos, reducir los costos de atención médica y cuidado infantil, inversión en energía verde y el acceso a capital para las pequeñas empresas, entre otras de impactos productivos.
Se vislumbra en el firmamento político electoral de los Estados Unidos, llegar a la Casa Blanca, una nueva inquilina, a una mujer de color electa presidenta en su historia: Kamala Harris.
Por Luis Ramón López