Los constantes flujos migratorios que se producen en todo el mundo y que van en aumento, como consecuencia de la crisis alimentaria, el aumento de los precios de la energía, la inseguridad y la falta de oportunidades, están produciendo un crecimiento del conflicto social y político, que hace que un porcentaje importante de la población decida emigrar de sus países de origen, en busca de mejores condiciones de vida y seguridad para sus familias.
Las crisis alimentarias globales, las guerras, los conflictos políticos y sociales y la violencia entre otros están provocando inestabilidad en algunos países, lo que ha hecho que los éxodos que se han producido en la lejana África, en Asia y el Medio Oriente, como consecuencia de la crisis económica y la violencia, se extiendan a Europa y América latina
La comisión europea ha advertido que,’’ La crisis alimentaria podrían provocar inestabilidad en algunos países y nuevas olas migratorias hacia la Unión Europea, Ylva Johansson, comisaria europea de Interior ha asegurado que, «Eso significa que la gente puede encontrarse en una situación en la que no se sienta segura para permanecer en su país y entonces empiece a desplazarse. Por supuesto, esto es un gran reto».
Johansson ha explicado a los periodistas que es imposible predecir cuántas personas podrían llegar a la Unión Europea en respuesta a la crisis, «Estamos trabajando en los planes de contingencia en caso de que mucha más gente venga a la Unión Europea, pero, en segundo lugar, por supuesto, trataremos de evitar que esto ocurra y por eso nos parece tan importante tender la mano a los países socios».
En el Continente Africano Los efectos colaterales del conflicto entre Rusia y Ucrania, como la inflación y la falta de granos a los que se une una dramática sequía, se han convertido en un doloroso drama donde la hambruna acecha a millones de personas provocando como consecuencia un éxodo de familias enteras que abandonan África hacia Europa, ante la situación desesperada que padecen.
Unos 50 millones de africanos se han desplazado en sus países hacia zonas menos secas y productivas. Alrededor de cien millones se pueden lanzar de las zonas afectadas hacia Europa en busca de comida, la emigración ambiental, la guerra, el bloqueo de alimentos y materias primas, la falta de agua y también las inundaciones llevan a la hambruna y a la muerte a millones de africanos.
En América la situación es bien complicada ya que la desigualdad y el aumento de la pobreza, están creando las condiciones para que la migración siga aumentando, este es el caso de los éxodos producidos por las grandes caravanas de migrantes, procedentes fundamentalmente del triángulo norte centroamericano (Honduras, Guatemala y El Salvador), a las que se han unido migrantes de otras nacionalidades.
La falta de democracia, institucionalidad, los altos niveles de corrupción y crimen organizado, la falta de empleo, las violaciones a derechos humanos y la violencia son algunas de las causas que siguen empujando a miles de centroamericanos a abandonar sus países, por lo que los analistas proyectan que los éxodos de los centroamericanos persistirán durante este año 2022.
Estos aumentos de los flujos migratorios fundamentalmente hacia los Estados Unidos serán fundamentalmente de migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y un flujo extra regional encabezado por haitianos, cubanos, venezolanos y migrantes asiáticos cuyo destino también es Estados Unidos, todos buscando un mejor futuro fuera de sus territorios de origen.
La mayor y dolorosa tragedia migratoria ocurrida en el estado norteamericano de Texas, el 27 de junio, donde murieron 53 migrantes es una trágica advertencia sobre la necesidad de terminar con la retórica sobre la crisis migratoria e iniciar acciones realmente encaminadas a la eliminación de esos éxodos, que no son una opción voluntaria, sino un acto de desesperación.
En el Oriente Medio Las perspectivas en 2022 son desoladoras, la inestabilidad, la vulnerabilidad económica y los conflictos armados han provocado grandes desplazamientos humanos, mientras que el continente asiático es la región con mayor cantidad de inmigrantes en el mundo con más de 104 millones, estos flujos migratorios van desde países pobres hacia los más desarrollados, sino también entre países con ingreso medio.
El número de migrantes ha aumentado en todas las regiones del mundo, siendo Europa y Asia las regiones que más migrantes han acogido, con 87 y 86 millones respectivamente, equivalentes al 61% del total de migrantes internacionales, seguidos por América del Norte con 59 millones (21%), África 9%, América latina y el Caribe 5% y Oceanía 3%, cada vez son más las personas que toman la decisión obligada de salir de sus países.
Las personas cada día que pasa tienen más razones para emigrar y salir de sus países de origen, desde la búsqueda de sobrevivencia, hasta la aspiración de mejores perspectivas profesionales y mayores oportunidades, esto hace de la migración un fenómeno altamente complejo, que debe ser abordado desde una perspectiva multidimensional, que analice las causas estructurales que las producen.
De continuar prevaleciendo las causas que producen la migración en el mundo, ninguna frontera detendrá la desesperación de los que emigren y los grandes éxodos continuaran con mayor fuerza, lo que seguirá ocasionando, graves violaciones a los derechos humanos y mayores necesidades de protección para los más vulnerables que son las mujeres, los niños y los adolescentes.
cambiar la óptica sobre ese fenómeno social que es la migración, que si bien no se puede detener de golpe, es necesario crear una mayor conciencia fomentando una mayor comprensión de la migración y la movilidad en todo el mundo, que propicie la no discriminación de ningún tipo y que dé garantías de integridad física al individuo y la familia.
La crisis alimentaria que amenaza al mundo y que seguirá produciendo un aumento de las migraciones, hace necesario la aplicación de políticas migratorias amplias, que preserven los derechos humanos, los planes y programas sobre migración y fortalezcan la capacidad institucional, de modo que se produzca una correcta gobernanza migratoria, que conduzca a una migración segura, ordenada y regular.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador