La cumbre de los 27 países de la Unión Europea (UE) y los 33 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC), celebrada en Bruselas, Bélgica a la que asistió el presidente Luis Abinader, ha sido un paso importante para estrechar lazos y dialogar, de dos bloques que llevaban ocho años sin sentarse a la mesa, lo que es una contribución para mejorar las relaciones y los lazos económicos y comerciales de estas 2 regiones.
Las relaciones de ambas regiones del mundo han estado marcadas por el colonialismo y la esclavitud, tal como lo define Juan Bosch en su obra El Caribe Frontera Imperial, “La historia del caribe es la historia de la lucha de los imperios contra los pueblos de la región para arrebatarles sus ricas tierras; es también la historia de las luchas de los imperios, unos contra otros, para arrebatarles porciones de lo que cada uno de ellos había conquistado; y es por último la historia de los pueblos del caribe para libertarse de sus amos imperiales”
Esta situación es tratada en la declaración final de la cumbre, que señala que, “Reconocemos y lamentamos profundamente el sufrimiento incalculable infligido a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la trata transatlántica de esclavos. Subrayamos nuestro pleno apoyo a los principios y elementos relacionados contenidos en la Declaración y el Programa de Acción de Durban”.
El Programa de Acción de Durban (DPAD) es el plan de acción de las Naciones Unidas que propone medidas concretas para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en todo el mundo. El Programa de Acción de Durban es un compromiso político, que, aunque no es jurídicamente vinculante, encarna el firme compromiso de la comunidad internacional y tiene un gran valor moral.
La declaración de la cumbre UE y CELAC reconoce que, “la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, fueron tragedias espantosas en la historia de la humanidad no solo por su barbarie aborrecible sino también en cuanto a su magnitud, naturaleza organizada y especialmente su negación de la esencia de las víctimas, y que la esclavitud y la trata de esclavos son un crimen de lesa humanidad».
Bien lo dijo el presidente argentino Alberto Fernández, «Cinco siglos han tenido que pasar para que hablemos sin tapujos», efectivamente se ha hablado, negociado y discutido y se espera que se hayan producido compromisos serios de estrechar lazos y firmas de algunos convenios y acuerdos bilaterales que favorezcan un mayor flujo de las relaciones internacionales de los pueblos de ambas regiones.
Sobre la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, señala que, «la cita supuso un nuevo comienzo para unos viejos amigos». Las relaciones entre la UE y la CELAC llevaban ocho años congeladas, y volver a coger el ritmo ha sido duro»., esta es una nueva oportunidad de estrechar las relaciones entre Europa y América Latina y el Caribe, en un contexto internacional poco propicio para grandes acuerdos.
Sobre la guerra en Ucrania la cumbre manifestó su profunda preocupación por la guerra en curso y respaldo todos los esfuerzos diplomáticos que busquen lograr una paz justa y sostenible en consonancia con la Carta de las Naciones Unidas, lo que no fue firmado por Nicaragua, evidenciando la falta de un consenso total de los participantes con relación a este tema.
En la cumbre más allá del tema de Ucrania, la Unión Europea estableció acuerdos con Chile, en lo relativo a materias primas críticas. Asimismo, se han llegado a pactos con Argentina y Uruguay en materia de energía y se espera reforzar, más pronto que tarde, el acuerdo económico con México y cerrar el pacto UE y MERCOSUR antes de fin de año, según afirmó la presidenta de la comisión Europea Úrsula von der Leyen.
Asimismo, se anunció una nueva inversión de 45,000 millones de euros en la región con el lanzamiento del Global Gateway, una herramienta nacida para movilizar recursos de programas en países en vías de desarrollo. La Unión Europea ya tiene en mente 135 proyectos que involucran desde hidrógeno verde hasta materias primas esenciales. De modo que mejoren la cooperación y la coordinación en las cosas de interés común para la UE y la CELAC.
La cumbre expreso su opinión sobre diferentes aspectos importantes entre ellos el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto contra Cuba recordando su oposición a las disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial. La designación de nuevo de Cuba como Estado promotor del terrorismo y su mantenimiento en la lista han interpuesto obstáculos a las transacciones financieras internacionales con la isla.
Asimismo, la cumbre UE- CELAC manifestó su pleno apoyo al proceso de paz en Colombia, así como el compromiso de avanzar en los diálogos con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros actores armados. Recordando su apoyo a la plena ejecución del Acuerdo de Paz de 2016, celebrado entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP.
Sobre Haití la cumbre señalo que,” Expresamos nuestra preocupación por el continuo deterioro de la seguridad pública y la situación humanitaria en Haití y pedimos que prosigan los esfuerzos subregionales, regionales e internacionales para apoyar el proceso de diálogo entre el Gobierno, los distintos partidos políticos e instituciones y otros actores de la sociedad haitiana, con el objetivo de elaborar una hoja de ruta que les permita superar la compleja crisis que están sufriendo.
Agregando que,” Pedimos a la comunidad y a las organizaciones internacionales que apoyen los esfuerzos liderados por Haití para encontrar una solución a esta crisis basándose en los principios de solidaridad y cooperación internacional, con el consentimiento y la participación de las autoridades haitianas, con lo cual se oponen a decisiones unilaterales sobre la crisis de ese país.
Con relación a la soberanía sobre las Islas Malvinas bajo soberanía británica desde 1833 y reclamadas por Argentina, la Unión Europea se ha comprometido a tomar nota de la posición histórica de la CELAC, sobre las reivindicaciones de la Argentina, basadas en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias.
Un hecho importante es el planteamiento de la Cumbre UE-CELAC es su adhesión fundamental a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial y su independencia política, así como la solución de controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y de Derecho internacional, lo que contribuye a una gobernanza mundial más eficaz e inclusiva, que respete el Derecho internacional y refuerce el sistema multilateral.
Esperamos que esta importante cumbre UE-CELAC, sirva efectivamente para renovar, los necesarios lazos económicos, sociales y culturales, de estas 2 regiones, que tienen sus diferencias en sus sistemas políticos, económicos y sociales, pero que en base al respeto mutuo se pueden restablecer relaciones amistosas, que permitan trabajar juntos un futuro común de beneficios para europeos y Latinoamericanos.
Por Luis Fernández
* El autor es político, escritor y comunicador