Las elecciones presidenciales de Ecuador convocadas para el 20 de agosto de 2023, por el Consejo Nacional Electoral de ese país, son una consecuencia directa de la crisis política que se produjo cuando la Asamblea Nacional empezó a tramitar un juicio político en contra del presidente Guillermo Lasso, electo para el periodo 2021-2025, acusado por presunto peculado, en el denominado caso encuentro.
Tras una votación aprobatoria de la asamblea se inició el Juicio político contra el presidente Lasso, quien acudió ante el parlamento, al día siguiente el mandatario acosado expidió el Decreto 741, que ordena la disolución de la Asamblea Nacional y convocó a elecciones presidenciales y legislativas extraordinarias para completar el período, proceso conocido como «muerte cruzada».
En la política ecuatoriana, muerte cruzada es un mecanismo que rige el proceso de destitución del presidente del Ecuador y la disolución de la Asamblea Nacional previsto en la constitución de la República del 2008 en sus artículos 130 y 148, que establecen la celebración de una elección especial para elegir un nuevo presidente y vicepresidente y una nueva asamblea nacional que deben completar el mandato actual.
El artículo 148 le otorga al presidente el poder de disolver la Asamblea Nacional, pero solo dando al electorado la oportunidad de destituir al presidente y el artículo 130 de igual manera establece que en caso de un juicio político exitoso contra el presidente se deben celebrar nuevas elecciones para elegir nuevas autoridades en el poder ejecutivo como en el poder legislativo.
La crisis llevó al presidente Lasso a acabar abruptamente con su mandato que debía terminar en mayo de 2025. es la primera vez que el país sudamericano activa esa válvula de escape, permitida en la Constitución de 2008. Hasta ocho candidatos se disputarán el poder en un panorama muy segmentado, pero que según todos los sondeos favorece a los partidarios del expresidente Rafael Correa.
Estas elecciones anticipadas son de gran importancia para las fuerzas progresistas del Ecuador, el ambiente electoral comienza a sentirse en la población, y el movimiento de la revolución ciudadana se ha fortalecido como una fuerza política de la izquierda progresista, con una gran capacidad para obtener el triunfo electoral en las próximas elecciones del 20 de agosto en el Ecuador.
La candidata del Movimiento de Revolución Ciudadana es la asambleísta, ex ministra de Trabajo y única mujer como candidata a la presidencia de la república Luisa González y su compañero de fórmula es Andrés Arauz, que fue el candidato más votado en la primera vuelta electoral del 2021 con 32.72%, perdiendo frente a Guillermo Lasso en la segunda vuelta al obtener el 47.64% frente al 52.36 de su rival.
Al referirse a la revolución ciudadana Luisa González ha señalado que, “Nosotros tenemos un movimiento que le dio a mi país algo que nunca tuvo antes: el orgullo de ser ecuatorianos nos subió la autoestima” y agregó,” Yo sé cómo funciona el Estado, conozco las necesidades de la población y tengo la capacidad. Y sería irresponsable de mi parte no asumir este reto para sacar adelante a mi país”.
El gobierno electo durará solo 18 meses, tiempo restante del actual periodo, la campaña está pautada entre el 8 y 17 de agosto, es decir 9 días, con la posibilidad de que el Consejo Nacional Electoral podría modificar el calendario electoral y adelantar el inicio de la campaña para el 4 de julio, así esta duraría 45 días y solo faltan 47 días para la celebración de la jornada electoral.
En estas elecciones participaran 8 candidatos que son: Luisa González del partido Revolución Ciudadana, Otto Sonnenholzner del movimiento Actuemos, Yaku Pérez del movimiento Claro, Fernando Villavicencio del movimiento Construye, Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional, Jan Topic, de la alianza Por un país sin miedo, Bolívar Armijos, del movimiento Amigo y Xavier Hervás, de RETO
de todos estos candidatos Luisa González del movimiento de la revolución ciudadana es la principal candidata, al ser la mejor posicionada, como lo evidencia una encuesta de la empresa ecuatoriana Comunicaliza, realizada entre el 16 y 18 de junio, que la sitúa con un 25% de los votos, seguida por Otto Sonenholzner con el 11,2%, Yaku Pérez con el 10,3%; Fernando Villavicencio con el 8,0%.
Ecuador pasa en estos momentos por una crisis de inseguridad, con un alto índice de asesinatos y delitos como extorsiones y robos que está provocando que miles de ecuatorianos vean la migración como la única solución a sus problemas, esto es lo que explica que, en la encuesta citada, más del 57% de los ecuatorianos tenga como prioridad para el siguiente gobierno que trabaje en temas de seguridad.
El actual proceso electoral del Ecuador abre la posibilidad del retorno de la izquierda progresista al poder, ante el fracaso de las fuerzas de derecha que han sumido a esta nación en profundas crisis económicas y políticas, haciendo necesario confluir en la solución de los problemas de la nación y defender y profundizar la democracia, que ha sido gravemente lesionada durante el gobierno de Guillermo Lasso.
Por Luis Fernández
* El autor es político, escritor y comunicador