En las últimas décadas y en lo que va del siglo XXI se ha registrado una creciente movilidad de la población, que involucra a casi todos los países del mundo, sea como lugares de origen, de destino o de tránsito de los migrantes.
Se calcula que unos 281 millones de personas, aproximadamente el 3,6 por ciento de la población mundial, residen actualmente fuera de sus países de origen. La triste realidad es que en los últimos años hubo importantes episodios de migración y desplazamiento, que causaron grandes dificultades, traumas y pérdidas de vidas.
Los principales focos fueron los desplazamientos de millones de personas a raíz de conflictos como los producidos en la República Árabe Siria, la República del Yemen, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y a raíz de situaciones de violencia extrema como la ejercida en la República de la Unión de Myanmar (antigua Birmania) contra la minoría musulmana de los Rohinyá, que tuvieron que ponerse a salvo en la República Popular de Bangladésh
También están los casos de los desplazamientos ocurridos de Marruecos hacia España y los ocurridos en la llamada crisis migratoria del mediterráneo la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa, que provoco miles de muertos y que desplazo a refugiados y migrantes de Siria, Afganistán, Eritrea, Nigeria, Albania, Pakistán, Somalia, Irak,Sudan Gambia, Egipto, Marruecos, India, Nepal, Bután, Sri Lanka y Bangladésh, que han ingresado a través de Grecia e Italia para continuar hacia Europa central y Europa del Norte.
En América Latina los desplazamientos son muy variados, en República Dominicana la mayor cantidad de migrantes proceden de la Republica de Haití, en Chile hay una alta cantidad de migrantes haitianos, peruanos y colombianos, mientras que Costa Rica alberga mayormente migrantes de Nicaragua, Colombia ha recibido en los últimos años el mayor flujo de migrantes venezolanos.
Argentina ha recibido en su gran mayoría a paraguayos, bolivianos y peruanos, Ecuador a recibido a colombianos, Chile y Ecuador han recibido peruanos, México ha recibido migrantes de toda Centroamérica y entre ellos una gran cantidad de guatemaltecos, a todo esto, debemos agregar las migraciones internas de los países latinoamericanos, principalmente Brasil.
Es importante señalar que en los años 2018 y 2019 hubo desplazamientos masivos causados por situaciones climáticas y por las condiciones meteorológicas en muchas partes del mundo, entre ellas, Mozambique, Filipinas, China, la India y los Estados Unidos de América , todos estos flujos migratorios producidos en todo el mundo, reflejan el grado desigual de desarrollo, la inequidad y la falta de oportunidades de las sociedades en que viven los migrantes, desnudando las dificultades de miles de ciudadanos para lograr una vida acorde a sus expectativas en el lugar donde nacieron y crecieron.
La migración como fenómeno humano de las sociedades, constituye un gran desafío para la región Latinoamericana, que se debe abordar mediante políticas públicas sociales, legales y culturales que propicien la protección de los migrantes y que contribuyan a su integración social y a la tolerancia cultural en un mundo crecientemente competitivo y complicado.
Los tiempos han cambiado drásticamente. La migración es ahora un tema político de primer orden, entrelazado con los derechos humanos, el desarrollo y la geopolítica a nivel nacional, regional e internacional, debido a estas situaciones que prevalecen actualmente en el mundo, migración y crisis económica son temas actuales y objeto de estudios que profundizan en mayor grado en la vulnerabilidad de los migrantes internacionales.
Los grandes desplazamientos humanos han provocado una gran vulnerabilidad de estos migrantes que los ha hecho víctimas de violencia, explotación y abusos, como la denegación de derechos civiles y políticos, en forma de detención arbitraria, tortura o ausencia del debido proceso judicial, así como la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, tales como los derechos a la salud, la vivienda o la educación, la denegación de los derechos a los migrantes suele estar estrechamente vinculada a leyes discriminatorias y algunos prejuicios y actitudes xenófobos muy arraigados en algunos sectores de la sociedad.
En este contexto resulta fundamental contar con herramientas que se adapten a las nuevas necesidades y que permitan la protección de las personas migrantes en condición de vulnerabilidad, además de considerar la autoridad soberana de los Estados, los mismos deben salvaguardar los derechos fundamentales de las personas migrantes y refugiadas incluidas su integridad, seguridad, dignidad y bienestar.
Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), los principales grupos de atención son: “menores no acompañados, mujeres embarazadas, personas que han sufrido accidentes o padecen enfermedades, víctimas de la violencia, incluidas las violaciones y los asaltos, y víctimas del tráfico de personas”, Se consideran estas personas migrantes las más vulnerables porque además en ellas se dan cita otras características que agravan su situación.
Dentro de los esfuerzos que hacen las Naciones Unidas y los organismos internacionales por proteger los derechos de los migrantes, debemos destacar la Conferencia Regional sobre Migración CRM, la que lanzo un programa de capacitación regional enfocado en la protección y asistencia a personas migrantes vulnerables en conjunto con la OIM, la actividad tiene como objetivo, además de la formación del personal de primera línea, la implementación de buenas prácticas de identificación de perfiles y mecanismos de referenciación de poblaciones migrantes vulnerables.
La protección de los migrantes vulnerables es uno Los desafíos centrales de la migración internacional en América Latina y el Caribe para las políticas públicas, la complejidad creciente de los flujos migratorios que aportan nuevos desafíos. necesidades, riesgos y vulnerabilidades ofrece así́ un mapa para que los sistemas de protección social de cada país prioricen políticas de acuerdo con la especificidad de las problemáticas relacionadas con su perfil migratorio.
Nuestro país que es un país de emigración, inmigración, tránsito y retorno, lo cual le hace manejar un gran flujo migratorio, también debe contribuir a orientar y aplicar políticas dirigidas a eventuales cambios en materia migratoria, que conduzcan no solo a proteger nuestra soberanía nacional, sino a proteger los derechos de los migrantes vulnerables mediante políticas planificadas y bien gestionadas a modo de facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas.
Por Luis Fernández
*El autor es político y comunicador