El tiempo está compuesto de vida y la vida está compuesta de tiempo, segundo, minutos, horas, días, semanas, meses, años. Ese tiempo a su vez se compone de instantes, momentos, acontecimientos, gestas cotidianas que pasan en las vidas de cada hombre o mujer sobre esta tierra.
El tiempo es relativo y distinto para cada ser con vida que habita este planeta. Para los elementos sin vida, inertes, como las piedras o los metales, el tiempo no existe, pero sufren transformaciones con su transcurrir. Se convierten en polvo de donde surgió originariamente todo, incluyendo las personas y todo ser viviente que habita en el universo.
Los instantes, momentos, hechos, acontecimientos de los cuales está compuesta la vida, específicamente de los humanos, para las personas esas efemérides, vicisitudes, gestas cotidianas es lo que da sentido a nuestra existencia en el decurso del tiempo, tiempo con el que vamos componiendo nuestras vidas en el universo del cual formamos parte.
“Los individuos y las cosas existen en cuanto participan de la especie que los incluye, que es su realidad permanente” (plantea Platón).
Aquí, en este universo que llamamos planeta tierra, el tiempo es medido en intervalos y simetrías inventadas por el hombre, esas que ya he mencionado y otras más. Hasta donde sabemos, estas propiedades y método de organizar el tiempo, sólo existen aquí, en nuestro planeta.
La ocasión en que nos toque salir fuera de la esfera terrestre, esas medidas inventadas por el hombre, comienzan a deformarse, a cambiar, a dejar de ser medidas exactas, no vuelven a ser lo que conocemos, dejan de ser un referente de medida del tiempo, entonces comienza a complicarse tiempo y espacio, como la invención del año luz, por ejemplo.
Fuera de este planeta, que es nuestra realidad permanente que incluye a todos los seres vivientes que habitamos en él, halla afuera, en el espacio exterior, comienzan a concurrir otros tiempos imperecederos que no podemos medir, inicia la eternidad que se extiende hacia el infinito.
Eternidad que relacionamos con la muerte, porque cuando morimos dejamos de ser objeto del tiempo y pasamos a ser sujetos de la eternidad,” vivir es presente, morir es perder ese presente”.
Como dije anteriormente, el tiempo es relativo para cada uno de los seres con vida que habitan nuestro planeta, para finalizar y no complicarles mucho este tema, que de por si es un poco espinoso, les dejo de reflexión la opinión de este humilde servidor…
“Lo más importante de la vida no es la duración de la misma, puede ser corta o larga, dependerá de lo que decidamos hacer, en el intervalo de tiempo que nos toque existir y de las variables circunstanciales que debamos vencer.”
Reitero que “la vida es sinónimo de presente. La existencia o sea el tiempo está indefectiblemente ligado a la vida de cualquier ser vivo. ¿Qué haremos en el tiempo que tenemos para existir?, debe ser un cuestionamiento permanente que estamos en el deber de hacernos siempre.”
Por Ebert Gómez G.