En esta etapa de mi vida, en muchas ocasiones, he tenido que aguantar “discursos” insoportables, de duración ilimitada por demás, de personas que, durante su larga jornada de vida, han observado una conducta totalmente reprochable, pero que, según ellos, han abandonado todo eso y ahora están en los caminos del Señor.
Realmente, muchas de ellas han logrado que pierda la paciencia y les pregunte, que dónde están ubicadas aquellas personas que toda su vida han observado una conducta limpia, trasparente, libre de vicios, aunque nunca hayan visitado una iglesia.
Me gustaría saber cuál sería la puntuación que les darían? Sí por no estar en el mismo camino de ellos, si entonces estarían en los caminos del Diablo.
Siempre he respetado las diferentes creencias, pero muchas personas llegan a hartar con su discurso mal aprendido.
Es positivo que las personas modifiquen cualquier conducta inapropiada que hayan observado durante años, y si lo consiguieron gracias a una religión determinada, pues benditos sean, pero también lo es, que respeten el espacio del otro, que, por no seguir su misma trayectoria, no merece ser acosado por lo que ellos piensan que es una falta de fe. De manera personal, no voy a ninguna iglesia, pero sí siento que soy hija protegida del Gigante.
Viva su vida a su manera y deje al otro libre de creer en lo que le dé su gana.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica