Todas las personas que me conocen de verdad, saben lo mucho que me encanta la bachata, siento que ella nos representa, y es inevitable que se me alboroten las hormonas, cuando escucho a algunos de los cantantes de ese género que gozan de mi admiración.
Siempre y cuando el artista que la interpreta, no caiga en vulgaridades, la bachata tiene un rico sabor a barrio, que puede lograr que el corazón se me inunde de alegría.
Dentro de mis bachateros tradicionales favoritos se encuentran los siguientes:
-Anthony Santos, por el cual soy capaz de dejar cualquier cosa que esté haciendo en el momento.
-Luis Segura, el “añoñaito”.
-Joe Veras
-Elvis Martínez, y otros más.
Pero además de los ya mencionados, me vuelvo loca cuando escucho a nuestro querido Juan Luis Guerra, a Marc Anthony, con su último disco llamado Punta Cana, el cual he escuchado tantas veces, que me sé las letras de memoria, y no puedo dejar de mencionar al inigualable, Chayanne.
Ahora bien, me preocupa algo, y es que no me gustaría que se confunda con que soy reacia a los cambios. Siempre el baile de la bachata se ha caracterizado por unos pasitos, los cuales parecen contados y un saltito gracioso, que le impregna ese sabor auténtico, que la identifica y distingue.
No pretendo hacer un análisis del género, ni privar en teórica, simplemente, tenía la sensación de que se quiere vender la idea, de que la bachata había subido de clase social, y por esto, se le han introducido tantos pasos, que sentí que esto podía afectar su esencia, pues entendí que si las cosas seguían como van, sería necesario primero, aprender ballet, luego acrobacia, en fin, tomar clases especiales, lo que haría que pierda su gracia natural, y la gente del pueblo se intimidaría de bailarla .
Gracias a Dios, consulté con una amiga artista y me envió un material, donde hay una clasificación de los diferentes estilos de bachata, y para mi tranquilidad, a la que me refiero, se llama Bachata tradicional o dominicana. “Fuentehttps://salsabachata.es/blog/principales-estilos-de-bachata.”
Lo que aprendí al leer ese material, realmente borró cualquier preocupación con relación al tema, pues entendí que “los pies de los bailarines de bachata dominicana son protagonistas siguiendo la cuenta del 1,2,3, “tap”, sin embargo, la magia surge en la variación de la velocidad y en los juegos de contratiempo que enfatizan la musicalidad del Baile y permiten una comunicación más profunda con la música.
Entendidas y aclaradas mis dudas, ya sé, que cuando me toque bailar mi bachatica, no me sentiré pasada de moda, pues como no soy una jovencita, ni una acróbata, me mantendré apegada a los hermosos pasitos de la bachata tradicional. Sin que esto signifique que no admita la belleza que hay en los otros estilos. ¡Me encanta esa vaina!, como diría mi admirado y cotizado, Anthony Santos.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)