Mujeres que no aceptan su edad

Conozco a una señora que tiene todos los años del mundo y algunos más. En realidad, es una anciana, pero tiene la virtud de que, aún con su avanzada edad, por sus destacadas dotes de bailarina, resulta ser el centro de atención dondequiera que baila, debido a que lo hace de manera excelente, no importa el ritmo que le pongan.

Hace unos días, en un “colmadón” del barrio, había un compartir, estaban escuchando música a muy alto volumen, y, por supuesto, ingiriendo bebidas alcohólicas.

Tan pronto sus oídos captaron el bullicio, ella hizo acto de presencia, y como es de conocimiento por todos los presentes, ella dio una demostración de sus excelentes condiciones de bailarina.

Entre los invitados, un señor quedó maravillado e hizo un aparte con ella, la felicitó, y la invitó a visitar un negocio de su propiedad, para que bailara con su hijo, quien también es un gran bailador.

Al parecer, la anciana bailarina confundió dicha petición, entendiendo que el hombre, quien, por su edad, podía ser su hijo, se había enamorado de ella. Esto se le convirtió en una obsesión, y solo hablaba del tema con cualquier persona con quien tenía confianza.

Hubo alguien que, habiendo visto al señor, se atrevió a decirle, viéndola justo a la cara: ¿no te has visto en un espejo?

Como muchas otras cosas de las que ocurren en mi barrio, la situación de esta señora me motivó a investigar sobre las mujeres a las cuales les gusta tener parejas muy jóvenes, como es su caso, pues, una vez estuvo conviviendo con uno, a quien, prácticamente, le doblaba la edad.

A propósito del tema, en la plataforma Wikipedia, encontré el término Cougar, que en español significa mujer puma, para con este definir a aquellas mujeres que buscan una pareja más joven, y que esta tendencia se remonta a través de la historia, incluyendo, por ejemplo, a Cleopatra, Catalina la Grande e Isabel l de Inglaterra.

Entiendo que esta preferencia debe ser respetada, pues, cada cual es dueño de sus propias decisiones, quizás, podría ser una forma inconsciente de no aceptar la edad.

Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)

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