Muchas personas andan buscando el éxito en la vida, en lo que sea, pensando que, de esta manera, es como lograran llenar ese vacío en su interior, que busca afanosamente, encontrar esa felicidad, ese reconocimiento. Entienden que, la solución es tener la atención de otras personas hacia nosotros. Para este tipo de personas, si no consiguen esa atención deseada, viven una vida amargada.
El éxito para otros es ganar mucho dinero, no importa cómo, piensan que si tienen dinero lo pueden tener todo. En este grupo de personas es común que una gran parte de ella pierda la vida en el intento por lograr su objetivo, ya sea porque descuide la salud, física o mental o sea víctima de otros que buscan lo mismo, el dinero no importa cómo.
Me duele ver lo que hacen las personas por dinero y en lo que pueden llegar a convertirse, me duele ver la avaricia, la traición. El hombre está llamado a ser amo y señor de este planeta, pero no acosta del sacrificio de otros, el prójimo tiene el mismo derecho.
Hay a quienes le guste el negocio y sean bueno en ello, de esta manera pueden lograr el bienestar para los suyos incluso sin sacrificar su salud mental y física, siempre y cuando no descuiden las relaciones interpersonales, amistades, familia, etc.
Otros hasta llegan a convertirse en la sombra de alguien “exitoso” y de esta manera pretenden lograr el reconocimiento que no pueden lograr por sí mismo, para así lograr brillar un poco, aunque sea con el destello del éxito del otro.
Esta última especie resulta bastante abundante en la actualidad, otros se conforman con aparentar ser exitosos, aunque sea en las redes sociales, viviendo de las apariencias, con una doble vida, muchas veces incluso con una doble moral.
Pero también existe una especie rara, poco vista en nuestra clase de sociedad, para muchos este tipo de personas no existe. Para este tipo de personas sólo hay una cosa más importante que el dinero, no es el amor, aunque tiene mucho de este elemento.
Esta cosa, aún más importante que el amor, más importante inclusive que la vida y la muerte, más importante que la salud o la enfermedad, la pobreza o la riqueza, tampoco es Dios, aunque tiene mucho de su inspiración.
Esa cosa tan importante para algunos, sólo para algunos, en este planeta que llamamos Tierra es, nada más y nada menos que, “el Sagrado propósito, por el cual nos encontramos de tránsito en este trayecto de tiempo que denominamos vida”.
Eso es lo más valioso, sólo para este tipo de personas, que logra encontrar esa misión para la cual venimos a este mundo y por lo cual se está dispuesto o dispuesta a sacrificar todo, riqueza, familia, salud, amor, incluso la vida si fuera necesario. Ya lo sé, es una rareza y una especie en extinción…encuentra tu propósito.
Procura ser mejor cada día, para ti mismo y los demás. Has sincera tus intenciones y conviértelas en acciones positivas para otros, al menos cuida no dañar ni perjudicar a nadie con tus acciones.
Por Ebert Gómez Guillermo