Los migrantes siguen padeciendo la sucesión de peripecias por lo general muy desagradables y el gran número de desaparecidos y víctimas mortales, siguen en aumento, alcanzando en el pasado año 2023 la cifra más alta de muertes y desaparecidos de la migración irregular de los últimos años, 8,565 personas perdieron la vida, convirtiendo ese año como el más letal.
Estos datos responden a un informe de la Organización Internacional para las Migraciones OIM, que da cuenta de esta enorme cifra, que constituye un pico desde que comenzaron a contabilizarse hace diez años a través del proyecto Migrantes desaparecidos, como se llama la base de datos creada y que en ese periodo ha registrado más de 63,000 muertes y desapariciones a nivel mundial.
El mediterraneo según el informe de la OIM es la trampa más mortal ya que más de un tercio de los fallecimientos han ocurrido allí, en total 3.129 personas perdieron la vida o desaparecieron en las aguas que separan el norte de África y Europa, y agrega que en América, “la frontera entre Estados Unidos y México es el paso migratorio con mayor mortalidad: 636 de los 1.275 casos registrados en el continente se produjeron allí”.
El informe señala que, “Asia fue el continente que vivió el repunte de víctimas más alto, con 2.138 migrantes muertos o desaparecidos en 2023, 68 más que en 2022, con las rutas marítimas usadas por los refugiados Rohingyas y la frontera entre Afganistán e Irán como los puntos más letales”, asimismo “África sufrió otro récord: 1.866 muertos o desaparecidos, fundamentalmente en el desierto del Sahara y en la ruta hacia las Islas Canarias”.
El informe del Proyecto de Migrantes Desaparecidos, agencia con sede en Ginebra que forma parte de la OIM, advierte que, “las cifras podrían ser incluso mayores, pues la depuración de los métodos de registro suele permitir la detección de casos que pudieron haber pasado desapercibidos en un primer monitoreo, un ejemplo de una ruta con subregistro puede ser el Tapón del Darién, que solo registro 48 víctimas el año pasado”.
Cerca de 3.700 de las muertes registradas por el Proyecto de Migrantes Desaparecidos fueron por ahogamiento, en rutas de cuatro continentes, por otro lado, el año 2023 ha superado todas las cifras anteriores de víctimas mortales o personas desaparecidas con 8,565, incluyendo el año 2016 que era el año record con una cifra de 8,084 muertos o desaparecidos, estos datos la propia OIM señala que pueden ser mayores, por la dificultad en la recolección de datos.
Para que tengamos una idea de esta angustiosa y penosa situación que padecen los migrantes irregulares, veamos los números de muertes registradas de los últimos 3 años, 6,201 (2021), 7,141(2022) y 8,565 (2023), en estos años se ha producido un constante aumento en las muertes, en total 21,907 personas fallecidas la mayoría ahogadas, lo que representa alrededor de un 35%, del total de muertos y desaparecidos de los últimos 10 años.
Estas cifras terriblemente aterradoras y desgarrantes, recogidas por el Proyecto de Migrantes Desaparecidos, deben conducirnos a tomar conciencia de la necesidad impostergable tal como lo ha planteado la OIM, llamando a los gobiernos a que «garanticen una migración segura para todos», en vista de que las vías seguras y regulares en la actualidad son limitadas”.
Ugochi Daniels, director general adjunto de la OIM ha afirmado que, “debemos comprometernos de nuevo a tomar las medidas más importantes para garantizar una migración segura para todos, para que dentro de diez años la gente no tenga que arriesgar la vida en la búsqueda de una vida mejor”, de modo que se detengan los abusos extremos y las muertes que sufren los migrantes en sus diversas travesias en busca de una mejor vida.
A pesar de que los datos presentados por la agencia que es parte de la OIM, son una estimacion ya que la mayoría de muertes de migrantes en el mundo no se registran, por lo que los datos pueden ser mas, pero la información no deja de ser preocupante y hay que hacer los mayores esfuerzos para reforzar la protección de las personas que viajan en estas rutas y proporcionar alternativas legales creíbles a estas peligrosas y desesperadas travesías.
Hay que crear sistemas de protección humanitaria, profesionalizar el control fronterizo y al mismo tiempo atacar las causas de raíz que producen la migración invirtiendo en los países de origen para crear oportunidades a su población, que permitan que las migraciones desordenadas no sigan ocurriendo, de parte de poblaciones que tratan de dejar la miseria y los horrores de las persecuciones y la guerra.
Las muertes de migrantes que han ocurrido en los últimos años constituyen una vergüenza para la humanidad, es una tragedia humana que requiere una respuesta colectiva y solidaria, el papa Francisco ha dicho que, la muerte de inmigrantes de los últimos días como “crímenes que ofenden a toda la familia humana”, es hora de no ser indiferentes ante este doloroso drama migratorio y contribuir a que ya no sigan muriendo tantas personas que solo buscan una mejor vida.
Por Luis Fernández
El autor es político, escritor y comunicador