El peligro de una guerra total en el Oriente medio amenaza cada vez más a esa región del mundo, ante la agresión militar permanente y la violación del derecho internacional del gobierno de Israel, el cual impunemente bombardea y ataca sin ningún miramiento la franja de Gaza, Cisjordania, siria, Irak y cuantos territorios considere, provocando grandes destrucciones materiales y la muerte de miles de civiles de los cuales una cantidad importante son mujeres y niños.
A más de 11 meses de estallar el conflicto, los ataques Israelíes han provocado solamente en la franja de Gaza más de 41,000 muertes, la mayoría mujeres y niños, 94,761 heridos y unos 10,000 desaparecidos que continúan enterrados bajo los escombros, sin que los equipos de rescate puedan acceder a ellos, desde entonces las condiciones de vida de la población palestina en la franja han empeorado significativamente, por los incesantes bombardeos y los constantes bloqueos a la ayuda humanitaria.
La barbarie de las operaciones militares llevadas a cabo durante todo este tiempo en los territorios palestinos, especialmente los feroces e indiscriminados ataques aéreos y terrestres, se han extendido ahora en una peligrosa escalada al Líbano, donde los bombardeos israelíes ya han provocado más de 1,247 muertes, entre ellos como siempre una cantidad de mujeres y niños y unos 5,278 heridos y más de 500,000 desplazados, a parte de las destrucciones materiales.
La barbarie debe ser detenida, que más debe seguir haciendo Israel, para poner fin a este genocidio en contra del pueblo palestino, lo que se pretende extender al pueblo del Líbano y está propiciando un escenario para la propagación del conflicto de Gaza a nivel regional, con el peligro que esto representa para la paz mundial, en un momento, en que no hay muchas esperanzas en lo que puedan hacer las Naciones Unidas.
Estos ataques de Israel vienen precedidos de los que se produjeron la semana pasada, donde explotaron simultáneamente, de manera repentina varios buscapersonas y walkie-Talkies, presumiblemente dirigidos contra personas vinculadas a Hizbulá, sin embargo, las explosiones fueron indiscriminadas y un total de 42 personas perdieron la vida en los ataques, incluidos niños, niñas y civiles, y se estima que otras 3.500 resultaron heridas o mutiladas.
Estos ataques de los cuales se acusa a Israel fueron condenados por, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien dijo al Consejo de Seguridad: “El derecho internacional humanitario prohíbe el uso de bombas trampa en forma de objetos portátiles aparentemente inofensivos”. Y prosiguió: “Es un crimen de guerra cometer actos de violencia destinados a sembrar el terror entre la población civil”.
Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió a los líderes mundiales reunidos en New York en la 79 Asamblea General: “El infierno se está desatando en el Líbano. […] El pueblo del Líbano, así como el pueblo de Israel y los pueblos del mundo, no pueden permitirse que el Líbano se convierta en otra Gaza”, además el presidente de Brasil Luis Ignacio Lula da silva declaro que.” no creo que la humanidad pueda convivir y aceptar como normal lo que está ocurriendo en Israel, la Franja de Gaza, Líbano y Cisjordania”.
La realidad es que el oriente medio está al borde de una guerra total, si no se toman las medidas necesarias y la comunidad internacional no actúa de manera enérgica y se le pone un alto definitivo al genocidio en Gaza y al ataque despiadado al Líbano, ambos dirigidos por Israel, la impunidad y las violaciones al derecho internacional de este país deben ser detenidas ya, no se puede seguir tolerando que un país siga actuando unilateralmente irrespetando el derecho internacional.
Lo que está ocurriendo en Gaza y ahora se pretende extender al Libano es escalofriante, la realidad es que Gaza esta destruida y se pretende hacer lo mismo con el Libano, en ambos lugares no hay lugar seguro para nadie protegerse de la barbarie, la población es asediada y está totalmente desprotegida, que frustrante resulta ver que nadie detiene esta brutal guerra, contra un pueblo como el palestino que tiene derecho a un mejor destino y a ser un estado independiente.
La paz en la región pasa necesariamente por el reconocimiento del Estado palestino, el objetivo de la comunidad internacional debe ser atender las justas reivindicaciones del pueblo palestino de autodeterminación nacional respetando la soberanía de Israel, esto representaría un paso más hacia la paz y la justicia en una región marcada por décadas de conflicto, violencia y sufrimiento.
La paz en el oriente medio debe seguir el camino de la solución de dos estados, tal como en una votación histórica realizada el 11 de Mayo del 2024, 143 de los 193 miembros de las naciones Unidas favorecieron una resolución dirigida a reconocer el Estado Palestino, lo que es fundamental para poner fin al histórico conflicto palestino- Israelí, lo que constituye un buen esfuerzo para lograr una paz duradera
Hay que seguir facilitando con actuaciones firmes el camino hacia la paz y el reconocimiento del Estado Palestino, lo que debe ir de la mano de hacer entender a Israel que no puede seguir violando el derecho internacional y no respetar las decisiones de los organismos internacionales como la ONU y otros, hay que poner un alto a esta situación, que puede poner en peligro la paz de la región y del mundo.
Los discursos y las palabras no bastan, hay que impulsar fuertemente y de manera decidida la paz mundial, y la coexistencia pacífica entre los estados, rechazando la unilateralidad en la política internacional y favoreciendo el multilateralismo y el mundo multipolar, los palestinos, los Árabes y los judíos merecen la paz y todos debemos contribuir con ella.
Por Luis Fernández
El autor es político, escritor y comunicador