Ya comienza a calentarse el ambiente político y con ello la campaña sucia que se avecina tanto en la República Dominicana como en Nueva York, y la mayoría de los que van a terciar en la contienda electoral de este año, como «políticos» que dicen ser, no ponen en práctica la política como ciencia, ni la politología, que «es la ciencia social que estudia la teoría y práctica de la política, los sistemas y comportamientos políticos en la sociedad».
Parecería una cacofonía esta introducción, pero quise traerlo así, a manera de entendimiento de algunos advenedizos en la política, a propósito de un grupúsculo de monos o canguros que saltaron de un partido a otro dizque disgustados por el trato que recibieron, pero que no es más que oportunismo, ya que fueron más que masoquistas, por el tiempo que permanecieron y lo que hicieron por ese partido que abandonaron cobardemente.
Lo que sucedió aquí en Nueva York, también está sucediendo en la República Dominicana con los transfuguístas de la política, modalidad que solo se ve cuando estos canguros, brincan buscando un beneficio personal, no colectivo, ni porque les interese servirle a la patria ni mucho menos, son egocentristas, ternascos y caloyos políticos de quinta.
Este grupúsculo que brincaron como monos, del tronco a la rama, no aportaran gran cosa a la causa que necesita el país en materia de política, porque muchos, ni lavan ni prestan el jabón, ni se peinan ni se hacen rolo, ahí hay vividores, resentidos, borregos e ilusos que no llegaran ni pidiendo un Uber, porque hace tiempo enseñaron el refajo y algo más.
A todos los conozco y a muchos les profeso mi amistad y lo he respetado dentro de su área profesional (los que son), pero una cosa es la política y otra lo personal, sé que algunos serán intolerantes con lo que expreso, pero la política es una ciencia cuyo concepto es, «abocarse al estudio y el análisis de las relaciones de poder, implícitas o explicitas entre autoridad y los individuos, los grupos y las organizaciones y las estructuras».
Eso no lo pondrán en práctica ninguno de los que están o quieren estar subido en el palo en la próxima contienda, mucho menos quienes están de tránsfuga brincando aquí y allá, de partido en partido y formando movimientos que solo duran el tiempo de campaña para que lo tomen en cuenta, porque a la postre ni sus familias están empadronados ni saben dónde pasaron la noche.
Da pena ver quienes quieren incursionar en política de manera seria y queriendo poner en práctica el concepto señalado, pero son mal guiado y persuadido por aquellos que se han lucrado por políticos inescrupulosos y funcionarios infuncionales que nos han gobernado toda la vida (con raras excepciones), lo que debería mover a reflexión ahora que nos acercamos a saltar el charco para elegir y ser elegido. Se lo dejo de tarea.
Por Víctor Gómez (gomper55@hotmail.com)
*El autor es periodista y locutor. Reside en Nueva York.