El domingo 13 del mes en curso será celebrado el desfile dominicano en la sexta avenida aquí en la ciudad de Nueva York, una actividad donde convergen diferentes etnias y claro está, dominicanos de diferentes clases sociales que «apoyan» el evento multitudinario, el cual es abierto a cualquier público.
Pero hay un detalle que mueve a preocupación y es los invitados especiales que desfilaran, quizás no por todo lo largo de la emblemática avenida como se estila, porque son autoridades, que su presencia no es agradable para todo el que asista por pertenecer a diferentes organizaciones, tanto política como social, eso de por si es un problema.
Una de ellas es el presidente de la República Dominicana Luis Abinader Corona, quien será el «Gran Mariscal» de dicho desfile, junto a otros «matatanes» de la política anglosajona y dominicana, todos resguardado por un amplio operativo de seguridad, que esperamos no se le salga de las manos a las autoridades competentes, porque todos tienen sus contrarios y esa actividad será abierta donde cualquier cosa puede suceder (esperamos todo salga bien).
Soy de los que creo que ese no es el escenario para un político de la altura de Abinader, ni de ningún otro presidente (sería la primera vez) , pero los sabihondos de la política vernácula se les ocurrió esa descabellada idea, y como el presidente está en reelección, sus asesores consideraron prudente ese escenario para promoverla y parece que así será.
Informaciones que me llegan de buena mano, dicen que existen movimientos, personalidades y aspirantes, a quienes no les permitirán marchar ni acercarse al primer mandatario, ni durante el desfile ni después, y eso está causando malestar dentro del partido de gobierno y preocupación a los organizadores del evento.
Dicen que a algunos los miembros de la prensa se les entregará dos acreditaciones, una para poder desfilar «cerca del presidente y otra para una rueda de prensa que sostendrá luego, ahí puede haber discriminación porque todos los medios quisiéramos estar cerca y buscar la noticia y no a todos se les proveerá de la acreditación requerida.
Sabemos que el presidente está en reelección porque la constitución se lo permite, pero reiteramos, no es el escenario para promoverla, aunque sus seguidores digan que no viene a eso, él no es candidato, ni oposición, ni un cualquiera, es el presidente de todos los dominicanos y no debería dejarse llevar de sus malos asesores, tanto los de aquí, como los de allá, eso es populismo y tienen que recordar que Nueva York está muy convulsionado, donde cualquier cosa pasa, hasta la ciruelapasa. Se lo dejo de tarea.
Por Víctor Gómez
*El autor es periodista y locutor. Reside en Nueva York