Para hablar de ese término, primero debemos entender el significado de Parafilia, debido a que se considera como tal. De acuerdo a la definición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), una parafilia es un desvío de índole sexual. Se trata de una conducta íntima donde el placer se obtiene mediante una actividad diferente a la relación sexual en sí misma.
Las parafilias son muchas. Llamó mi atención esta en especial, debido a que se caracteriza por una excitación sexual y la obtención del orgasmo como respuesta a mantener una relación con una persona que ha cometido una fatalidad, engaño, mentira, infidelidades conocidas o crímenes como violaciones, asesinatos o robo a mano armada. En la cultura popular, este fenómeno es conocido como el «Síndrome de Bonnie and Clyde».
Investigando encontré varios casos, seleccioné estos dos:
Theodore Robert Bundy, fue un asesino en serie estadounidense. Después de más de una década negándolo, confesó treinta y seis homicidios de mujeres estadounidenses, cometidos en siete estados entre 1973 y 1978. El número real de víctimas es desconocido.
Se le comprobaron treinta y seis (36) asesinatos, fue condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989.
Este recibió miles de cartas de admiradoras por parte de mujeres durante estuvo arrestado.
Ricardo Leyva Muñoz Ramírez, más conocido como Richard Ramírez, también conocido por el apodo de «The Night Stalker» («El merodeador de la noche»), fue un asesino en serie estadounidense que mató a 14 personas en la ciudad de Los Ángeles entre los años 1984 y 1985. Se casó con una fan suya en prisión la cual le había escrito más de 75 cartas. Durante su juicio, docenas de mujeres se amontonaron en la corte judicial para poder verlo.
No existe un tratamiento específico para la hibristofilia, entre otras cosas, porque al día de hoy no aparece en los manuales de diagnóstico como trastorno mental. Además, no se trata de una parafilia que se base en un elemento erotizante muy concreto, como podrían ser unos tacones o unos guantes. Lo que produce atracción es algo más abstracto, y por consiguiente, difícil de controlar en un contexto clínico…Triste conclusión.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica