Al leer este título, es posible que algunos piensen en un célebre personaje llamado Sansón, o quizás en Hulk, el hombre increíble, pero en realidad no voy a referirme a ese tipo de fuerza. Hoy hablaremos de la fuerza mental. Una característica de quienes tienen la autoestima suficientemente alta.
Son seres que, a pesar de confiar en sí mismos, tienen bien claro que esto no los excluye de ser víctimas de los temores e inseguridades que caracterizan el diario vivir, en algún momento de su vida.
Sin embargo, jamás permiten que estos sin sabores tomen el control de sus vidas. Son capaces de mantener la fe y la esperanza frente a cualquier adversidad.
Un comunicador, al que suelo escuchar en las mañanas, comparaba a este tipo de personas con el árbol llamado Bambú. Hacía referencia al grado de flexibilidad que posee este árbol, lo que le permite sobrevivir en temporadas ciclónicas, porque se mece de un lado al otro, según la dirección del viento, queriendo significar con esto, que una de las principales características de los seres humanos mentalmente fuertes, es la capacidad de ser flexibles.
Como todo lo opuesto a este árbol, está el roble, el cual mantiene una rigidez y dureza, que cualquier viento puede derrumbarlo. Igual sucede con algunas personas, viven con una especie de máscara, rígidos, y aparentemente insensibles, y se derrumban ante cualquier imprevisto.
Finalmente, para tener una mente fuerte, debemos cuidar las emociones, ser proactivos, llenar el corazón de optimismo, impidiendo que alguien nos envenene, y algo muy importante: Jamás predicar el odio.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica