Aunque no es del conocimiento de algunas personas, la primera profesión que estudié fue contabilidad, quizás por esto llamó mi atención el concepto a tratar en este artículo.
El termino se puede definir como una compra compulsiva de algo que ni siquiera necesitamos, y que quizás nunca usemos, pero con la cual llenamos una necesidad emocional.
Es posible que a una gran cantidad de personas les haya sucedido, algo similar, pero todo se complica cuando se convierte en algo habitual, en un refugio con el cual se enfrentan algunos problemas que se nos presentan, involucrados con las emociones.
“Un ejemplo muy común es cuando alguien come mucho chocolate al estar triste, así sube el ánimo. Aunque no sólo puede ser chocolate, hay personas que incluso se van a comprar ropa o cualquier cosa. Con la felicidad también ocurre, algunos toman alcohol o se dan regalos para celebrar, incluso puede llegar a regalarle a desconocidos sólo por felicidad”. Fuente:https://www.sqarcoin.com/2022/02/gasto-emocional.html#quees
Durante estemos conscientes de esta debilidad y podamos frenarla, no hay problemas, la catástrofe viene cuando se convierte en una costumbre incontrolable.
De manera personal, siempre he sentido una especie de fascinación por la ropa, lo que hace que siempre esté pendiente de comprar en las pacas.
En días pasados, me autoanalicé, pues me sentía algo decaída y mi único pensamiento era coger para un sitio donde venden ese tipo de ropa, que precisamente queda cerca de casa.
Entendí que lo que me movía a esa acción, era algunas preocupaciones por resolver que tenía, y decidí enfrentar la tentación. Fui al negocio, miré todo y no compré nada.
Para poder resolver esa situación, lo primero es aceptar lo que nos obliga a incurrir en gastos innecesarios, aunque es ocasiones, no es fácil identificar y aceptar lo que nos sucede, pero si ya has cedido a la tentación y has gastado más de lo que podías, debes analizar qué situación emocional te llevó a ejecutar tal acción.
Es recomendable autoanalizarnos, y observar la frecuencia con la cual incurrimos en este gasto tan comprometedor, pero si entendemos que solos no podemos salir a flote, es recomendable acudir en el menor tiempo posible a buscar ayuda psicológica, ya que la consecuencia, puede ser un endeudamiento catastrófico, que luego el tiempo no nos alcanzará para lamentarnos.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica