Este concepto tiene su origen en el principio del siglo XX, cuando Adolph B. Spreckels era el director de la compañía azucarera Spreckels Sugar Company, en California. Siendo una persona con una edad considerable sostuvo una relación con una jovencita, cuya edad prácticamente él doblaba.
Una Sugar Baby es una persona que en una relación recibe apoyo monetario, así como obsequios u otros beneficios (o recursos) por participar en la misma, de parte de un Sugar Daddy, quien representa a un hombre de más de cuarenta años y con excelente posición financiera. Obvio que hay sexo de por medio. Se considera un negocio en el cual no hay enamoramiento.
Conocí este término en una dramatización de la historia de una joven, quien vivía con su madre, en unas condiciones de extrema pobreza.
Desesperada por miedo a presenciar cómo iban a desalojarlas del paupérrimo ranchito donde vivían, y llegando a la conclusión de que no iba a poder seguir estudiando, a escondidas de la madre, y asesorada por una amiga, empezó a buscar por internet y conoció este tipo de negocios.
Lo difícil del caso de la historia que les cuento, es que la chica se confundió y se enamoró perdidamente del hombre, pensando que los encuentros sexuales, eran amor verdadero.
Cuando la madre se enteró de todo, la echó de la casa, y la joven muy confiada, maleta en manos, se dirigió muy segura hacia donde pensaba que la iban a recibir con los brazos abiertos.
Craso error…En el momento en que llegaba, pudo observar como el Sugar Daddy, descendía de su lujoso automóvil con una hermosa chica que ya ocupaba su lugar.
Indiferente ante la súplica de la joven enamorada, el señor ordenó al chofer que llamara a la policía, si la joven seguía molestando, y del brazo con su nueva cliente, entro y cerró la puerta de la gran mansión…Muy triste el final de esta historia.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica