Ingresé al Centro de Promoción de las Exportaciones (Cedopex) a principio de los 80s, cuando una elite de economistas insistía en que República Dominicana debió seguir los pasos de los “Tigres Asiáticos”, integrados por Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur, cuyas economías experimentaron vertiginoso crecimiento en las décadas finales del siglo pasado.
En esos tiempos se arguyó que para 1970, el Producto Interno Bruto de Corea del Sur y Taiwán eran relativamente similares al dominicano, con el agravante de que esas naciones tenían escasos suelos fértiles, pocos recursos mineros y limitada superficie territorial.
Más de cinco décadas después, el PIB coreano se estima al 2023 en un billón, 673 mil millones de dólares, y su ingreso percapita superan los 31 mil dólares, el valor de sus exportaciones, en 2021, alcanzaron los 760 mil millones de dólares y las importaciones, 615 mil millones de dólares.
El PIB de Taiwán al 2022 ascendió a 721,583 millones de euros y su ingreso percapita a más de 31 mil euros, para colocar su economía en el número 21 entre 196 países. Ese país duplicó su percapita anual en apenas diez años.
En 1960, el PIB dominicano era de menos de tres mil millones de dólares y alcanzo al final del siglo pasado los US$19,000 millones, para colocarse hoy, 25 años después, en los US$115 mil millones, con un intercambio comercial que no supera los 20 mil millones de dólares.
La elite de economistas de Cedopex planteó hace más de medio siglo que para seguir los pasos de los Tigres Asiáticos, se requería diversificar la oferta exportable, en ese momento limitada a la mentada “economía del postre” (café, cacao, tabaco en rama y azúcar, mas ferroníquel, oro y plata.).
También se sugirió asumir el orden de estrategia de crecimiento que forjaron esas naciones, que consistía en apuntalar primero al sector agropecuario, luego a la agroindustria, después a la industria liviana y pesada y posteriormente a la tecnología, lo que cumplió Taiwán en menos de 50 años, pero aquí la ley de incentivo industrial prolongó el proteccionismo por más de 20 años, con resultado cercano a cero.
Se ha dicho que los Tigres Asiáticos, alcanzaron ese nivel de desarrollo al amparo de Occidente y porque fueron regenteados por férreas dictaduras, lo que es una verdad a media, que no se aplica a África, protegida por Europa, y América Latina, en área de influencia del Tío Sam, ambos atribulados por satrapías.
Nos quedamos rezagados respetos al sudeste asiático porque hace más de 50 años esas naciones planificaron sus economías, promovieron educación, entrenamiento laboral, transferencia tecnológicas y comercio exterior en base a orden, cero corrupción y estricta aplicación de le ley.
Por Orión Mejía