La Alianza Rescate RD, integrada por los partidos Revolucionario (PRD), de la Liberación (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) modifica drásticamente el escenario electoral y endurece la contienda por el Poder en los comicios de mayo de 2024, aunque el proyecto de reelección presidencial mantiene hoy el carril de adentro.
Por múltiples razones, esa coalición todavía de efectos parciales, crea condiciones para que uno de los tres candidatos opositores obtenga la victoria en una posible segunda vuelta electoral, si se cumple con el principio de unidad en la diversidad.
El presidente Luis Abinader dio apertura a su campaña proselitista con encuentros electorales en los municipios de la provincia Santo Domingo, la de mayor número de electores, aunque desde mucho antes, actos oficiales, han devenido en mítines reeleccionistas.
Rescate RD ha tenido una primera expresión de unidad en el ámbito municipal al anunciar sus auspiciadores que llevarían candidaturas comunes en el 60 % de los municipios y distritos municipales y que agregarían otras ofertas conforme avancen las negociaciones.
El Partido Revolucionario Moderno promueve acuerdos electorales con una veintena de partidos minoritarios, además de emprender fuerte ofensiva para atraer alcaldes de la oposición, en una estrategia tipo tenaza para despojar de patas y muelas al crustáceo opositor.
La alianza opositora reditúa importantes ventajas a los partidos suscribientes, como sería el caso del PRD, que garantizaría obtener al menos el 5 % de los sufragios para preservar su condición de partido mayoritario en la distribución del 80 % de los recursos que entrega la Junta Central Electoral.
El PLD tendría mejores posibilidades para lidiar con la crisis de reputación causada por acusaciones de supuesta corrupción que el Ministerio Publico indilga a dirigentes y funcionarios del anterior gobierno. Un discurso opositor unificado disminuiría prevalencia mediática de esos expedientes.
Fuerza del Pueblo, reduciría riesgo de no obtener un saldo electoral positivo en los comicios municipales, porque esta vez acudiría con candidatos comunes en más del 60 % de las plazas electorales, lo que garantiza resultado adecuado en todos los escenarios, dividido, restado o sumado.
El aspecto más relevante de esa alianza radica en el compromiso de que el candidato presidencial que alcance la primera o segunda posición obtendría el respaldo de las otras dos fuerzas ante una eventual segunda vuelta, lo que representa una ventaja para Fuerza del Pueblo.
Rescate RD incide en que la contienda electoral sea aún más competitiva, pero no decreta derrota de uno ni victoria del otro, por lo que debería advertirse a gobierno y oposición que falta mucho juego y que la contienda no termina hasta que se acaba.
Por Orión Mejía