Durante el proceso de evaluación que lleva a cabo el Consejo Nacional de la Magistratura, que es el órgano constitucional que se encarga de designar los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior Electoral y sus suplentes, se producen a veces, situaciones que provocan que se desaten los demonios, sobre todo en las redes sociales.
A propósito del llamado, a mi entender sensacionalista, “tenso debate” entre la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito y la jueza Cecilia Inmaculada Badía, el cual fue motivado por la valoración que hiciera la postulante sobre las tres causales, ante un cuestionamiento que le formulara el senador Bautista Rojas Gómez.
La magistrada Miriam Germán, ante la posición manifiesta de la jueza postulante, que amparaba su posición ante los cuestionamientos en lo que establece el artículo 37 de nuestra Carta Magna, que establece que el derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte, no hizo más que anteponer, de manera tácita, su posición respecto de las tres causales.
Si bien es cierto que la jueza postulante a integrar el pleno del Tribunal Constitucional se declaró pro-vida, no es menos cierto que le faltaron argumentos para defender su postura, la cual, por supuesto, respetamos y valoramos.
Pero cargarle el dado a la Procuradora no me parece razonable, pues, nadie puede negar que todos los que se someten al escrutinio de que se trata son sujetos de debates similares, pues la evaluación busca, entre otras cosas, conocer a groso modo, cuál sería la postura del candidato evaluado, si le tocare conocer y juzgar sobre determinado particular, en caso de ser seleccionado.
Pero resulta, que para nadie es un secreto que el tema de las tres causales ha causado todo tipo de reacciones, a favor y en contra. Es un tema que definitivamente causa mucha crispación en la sociedad, sobre todo en aquellos que se definen pro-vida, sindicando, ipso facto, pro-muerte a todos aquellos que concuerdan con las tres causales, me incluyo en este grupo.
Entre las tantas cosas que leí en las redes y que escuché mencionar de manera personal, sobre magistrada Germán, relacionadas con su vehemente postura, es que “Miriam le hizo a la jueza lo mismo que Jan Alain le hizo a ella”.
Confieso que me indigné, no he tenido el honor de conocer a la magistrada Miriam Germán, pero me pregunto y les pregunto, ¿acaso el escarceo protagonizado por la magistrada Germán violó el procedimiento que regula el proceso de selección del Consejo Nacional de la Magistratura?
Me atrevo a asegurar, que la razón por la cual se desataron los demonios sobre este particular, se debe al tema del debate, “las tres causales”, que como todos sabemos, se refieren a aquellos casos en que el embarazo representa un riesgo para la vida de la mujer, que sea el fruto de una violación o incesto, o que existan malformaciones fetales incompatibles con la vida.
No debemos olvidar, que la propuesta de modificación de nuestro Código Penal es objeto de debates en el Congreso Nacional desde el año 2000, sin que haya sido promulgado hasta la fecha, y todo por el tema de las tres causales. Las razones, serían tema de otro artículo.
Por Daniel Rodríguez González