El gobierno del presidente Luis Abinader desde un primer momento, y sin importar las críticas que se hicieron, defendió a capa y espada la escogencia de Wellington Arnaud como director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA).
Desde un principio se dijo que con la designación de Arnaud no se violaba la ley que creo la institución acuífera en el año 1962, porque en el marco de la política de cambio, la cual se aplica desde la actual gestión, lo que se buscaba era un gerente y se está logrando ya que tan solo se está a la espera la promulgación por parte del ejecutivo.
Recordemos que el doctor Antoliano Peralta, consultor jurídico del Poder Ejecutivo, al ser abordado al respecto dijo que el gobierno quería en Inapa una persona que fuese capaz de, valiéndose del método del ver, juzgar y actuar, hiciese un levantamiento de todas las instalaciones cuya finalidad era la de rescatarlas.
Hoy INAPA tiene a un director joven que no calienta despacho porque su misión es la de estar permanentemente y en cualquier día de la semana lidiando con el lodo, el estiércol y las malezas, en calidad de inspección y supervisión de cada acueducto, plantas de tratamiento, obras de toma y campos de pozo con la finalidad de ponerlos en capacidad y condiciones de brindar servicio de agua potable y saneamiento.
En cada sitio, y como oración letánica, Wellington Arnaud promueve el deseo de Luis Abinader de construir todos los acueductos necesarios del país, y reconstruir los que están deteriorados, contemplados en la alianza público-privadas, porque el propósito es llevar agua a cada familia dominicana.
Es de ahí que se modifica el Artículo 7 de la Ley No.5994, que crea el INAPA en el que anteriormente se designaba a un ingeniero civil con formación sanitaria para designar a un profesional de reconocida capacidad.
Por ello la designación de Wellington Arnaud respondió al interés del gobierno, por eso lo hizo de forma interina, sin él haberlo solicitado, y respetando las leyes. Los proyectos que en la actualidad ejecuta INAPA requieren de la formación legal, la capacidad gerencial del señor Arnaud.
Por Nélsido Herasme