Vendieron La Patria, sufren Duarte Sánchez y Mella

La República Dominicana atraviesa por uno de sus peores momentos históricos, desde su fundación como república, libre, soberana e independiente, declarada en el 1844 gracias al sacrificio y esfuerzo de los Padres de la Patria, Duarte, Sánchez y Mella,

Pero hoy los traidores nacionales han vendido nuestra soberanía y le hacen el juego a las potencias y organismos internacionales en su afán de las dos naciones a costa de unas cuantas monedas, impunidad y migajas de poder, algo así como Judas Iscariote destrozando nuestra identidad, cultura y sobre todo nuestra nacionalidad.

Hoy muchos traidores y depredadores dominicanos especialmente políticos, empresarios, religiosos, comunicadores y putrefactas ONGs hacen el juego perverso de unificación de la isla sin pensar que también se están destruyendo así mismo.

Nos están invadiendo por el vientre, por las visas vendidas, por una masiva y desbordada entrada de ilegales sin control y con el contubernio de los traidores nacionales, haciéndose los ciegos, sordos, mudos y cómplices.

Esos héroes dieron sus vidas con tal de garantizarnos una nación, una Patria, un Estado y un lugar que nos permitiera decir hoy con orgullo somos dominicanos y dominicanas, pero también, una cultura que nos diera identidad, pudiendo tener una bandera, un himno, y un escudo.

Asimismo, un idioma propio, un ritmo (Merengue), bachata, un arte culinario, inclusive una identidad que le permitiera al mundo conocer que la Hispaniola tiene dos culturas totalmente diferentes una de la otra.

Es de aclarar que podemos seguir conviviendo y ayudando a los haitianos como siempre lo hemos hecho, pero la unificación, eso jamás.

Hoy por hoy somos dos mundos diferentes compartiendo una misma isla, pero que nos definen muchas características disimiles y en lo único que nos parecemos es en la miseria creada y en la cantidad de traidores que compartimos, pero de algo si estamos seguro es, la historia que no hay ni habrá manera de borrarla jamás.

 A esos traidores que de adentro y fuera del país conspiran contra nuestra soberanía y la sana convivencia de la nación, tengan claro que en el pueblo dominicano no todos estamos en fumar juca, bailar reguetón, fumar, beber, en teteo, ni en las demás nimiedades o sanganadas que hoy nos han introducido para tratar de anestesiarnos o tenernos con los dormidos como idiotas.

Somos un pueblo pacífico, creyente en Dios, en la democracia y en la independencia, pero no estamos dispuestos a perder nuestra soberanía, ni independencia, eso jamás, sin dejar de negar que existen en el país, sectores y grupos de malos y perversos dominicanos que como Judas Iscariote, pretenden vender nuestra soberanía por unas cuantas monedas.

Y dentro de esos perversos, tenemos  políticos, empresarios, organizaciones sin fines de lucro, ciudadanos aparentemente independientes que trabajan dentro de una agenda fusionista sin importarle que con ello destruyen no solo nuestra nación, sino también nuestra cultura e identidad, a ellos solo les interesa llenarse los bolsillos, tener migajas de poder e impunidad haciéndole el juego a las potencias extranjeras que solo buscan liberarse de su responsabilidad ante el pobre y sufrido pueblo haitiano.

Es bueno hacerles saber que ellos son los verdaderos verdugos, depredadores y culpables de haberlos saqueados y robarle todo su porvenir, dejándolo sucumbidos en una extrema miseria de la cual será muy difícil salir o superarla sin tener una ayuda real, pero ese no es el plan ni el propósito, todo es un mamotreto para hacer creer.

 Pero en verdad ellos no tienen el plan de contribuir con su mejoramiento, el proyecto real es la FUSION con la República Dominicana. La agenda de abandono, deterioro destrucción e inestabilidad social del pueblo haitiano, no es al azar, es una estrategia muy fina y orquestada para llevarlo a un verdadero Estado fallido provocando estallidos sociales y así será más fácil la FUSION de las dos naciones.

Olvidan que el pueblo haitiano es nacionalista y aman su país al igual que los dominicanos amamos el nuestro. estamos dispuestos como siempre a trabajar en una agenda integral de desarrollo de ambas naciones que le permita al pueblo haitiano recuperar su estabilidad social, política y económica, pero la unificación jamás.

Nadie en su sano juicio puede negar que realmente somos los dominicanos quienes hacemos mayores aportes y ayudas al pueblo haitiano, tanto como llevándole alimentos, abriéndole las puertas a miles de parturientas, apoyándolos en su desgracia, y dándole empleos a millones de ellos.

Si quieren investigar solo observen que en el sector construcción el 81% de los empleados son haitianos, en el sector turismo más del 65%, en la agricultura más del 75%, las universidades dominicanas están llenas de haitianos, las escuelas, los barrios, inclusive violentando nuestras propias leyes.

Hoy podemos decir que existen en el país más de 3 millones de nacionales haitianos de manera irregular y más de un millón han logrado legalizarse, es decir que los dominicanos no somos xenofóbicos, lo único es que defendemos nuestra soberanía y nuestra Patria.

La Patria muere lentamente, la vendieron los bandidos y traidores políticos, empresarios, ONGs y otros perversos, pero mientras podamos defenderla, así como lo hicieron Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, lo haremos pensando en nuestras presentes y futuras generaciones, que viva la República Dominicana, libre y soberana, aunque se hunda la isla.

Dios, Patria y Libertad.

Por Víctor Gómez (gomper55@ hotmail.com)

*El autor es periodista y locutor. Reside en Nueva York.

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