Santo Domingo. – El presidente de la República, Luis Abinader, acompañó al Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) en la apertura del primer “Congreso Internacional Democracia, Elecciones e Identidad”, que desarrolla la institución desde este miércoles y hasta el viernes seis de mayo, a través de su Escuela Nacional de Formación Electoral y del Registro Civil (EFEC).
En su discurso de bienvenida, el presidente de la JCE, Román Andrés Jáquez Liranzo, afirmó que el Congreso fue estructurado como parte de la responsabilidad y el compromiso con la implementación de buenas prácticas electorales para mejorar la democracia y modernizar el Registro Civil en la República Dominicana.
“Los sistemas electorales viven en una permanente evolución y ello genera la necesidad de adoptar las mejoras fórmulas y estrategias para adoptar y adaptarnos a los nuevos cambios y a las exigencias de una sociedad que así lo requiere”, consideró.
Calificó como de alta prioridad involucrar y hacer partícipes a toda la sociedad dominicana en la discusión de los temas atinentes a la democracia y a la mejora de los servicios del registro civil y la Cédula de Identidad y Electoral. “Esto porque: La democracia es paz y la identidad es soberanía”.
Sobre el Registro civil, Jáquez explicó que los esfuerzos se encaminan hacia el abandono de viejas reminiscencias que aún lo afecta, especialmente ante la existencia de una legislación “vetusta” y “desactualizada” como la Ley 659- 44, que exige que los actos sean registrados a mano, en vez de un sistema digital, moderno, seguro y ágil.
Primera conferencia magistral del congreso: Francisco Guerrero
El programa continuó con la conferencia magistral: “El estado de la democracia en la región”, a cargo Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Guerrero recordó que la democracia se construye en la diversidad y se fortalece en el diálogo profundo, pues permite articular nuevas políticas incluyentes y solidarias, que tengan como propósito combatir la desigualdad estructural y generar nuevos mecanismos de desarrollo regional.
Más de cuatro billones de personas -sostuvo- viven ahora en algún tipo de democracia, sin embargo, reconoció que existen señales preocupantes de erosión democrática, como la pérdida de calidad en el ejercicio público y la grave dificultad de los gobiernos para cumplir con las expectativas de los ciudadanos.
Citando un estudio de Latinobarómetro, señaló que la democracia sigue en crisis, porque menos de la mitad de los latinoamericanos la apoya, y que incluso, un 13 % apoya el autoritarismo, a un 27 % le resulta indiferente y solo 6 % de los ciudadanos en el continente dice que en su país hay una democracia plena.
En ese sentido, reflexionó que pese a que las instituciones peores evaluadas de la democracia en Latinoamérica (de acuerdo al citado estudio) siguen siendo los partidos políticos, no obstante, “la gente sigue creyendo que el voto es el mecanismo idóneo para conquistar el poder”.
Sobre los árbitros electorales
El secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, exhortó a los actores a defender y fortalecer la democracia, desde el ejercicio de una participación ciudadana propositiva, que active sus mecanismos democráticos y que aporte en la construcción de la confianza pública permanente y a largo plazo, que supere la coyuntura y que cumpla con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la gente.
Respecto a la integridad electoral, Guerrero afirmó que el concepto de integridad en materia electoral tiene al menos 5 elementos: la confianza pública como pilar fundamental, el trabajo de organismos electorales profesionales e in dependientes y técnicos, la participación política universal e igualitaria, la observación electoral y la regulación del financiamiento político.
“Cuando las elecciones se celebran con integridad, se honra el principio democrático básico de la igualdad política. La celebración de elecciones justas, equitativas, competitivas y transparentes, es el pilar fundamental en donde se edifica la confianza pública y constituyen el núcleo de la capacidad democrática para resolver pacíficamente los conflictos”, agregó.
Señaló, en ese sentido, que cuando las instituciones se debilitan, se abre la puerta al autoritarismo. “Denigrar y estigmatizar a las instituciones causa daños irreparables a la confianza ciudadana y a la democracia”.
Advirtió sobre la importancia de cuidar al árbitro electoral.
“Las amenazas a la democracia deben ser enfrentadas por las autoridades electorales con autonomía e independencia, con decisiones apegadas a la constitución y a la ley, con capacidad técnica y comunicacional, con apoyo ciudadano, que son factores claves a la hora de enfrentar procesos electorales en escenarios complejos por la virulencia de las contiendas políticas, sumado al contexto pandémico y a la austeridad presupuestaria propia de la crisis por la que estamos atravesando”, puntualizó.
“Recuperar la confianza en las autoridades electorales es indispensable para un proceso electoral y sus resultados, en el cual la aceptabilidad de la derrota es esencial para el funcionamiento de la democracia y en la legitimidad de los gobiernos democráticamente electos”, dijo.
Guuerrero añadió que se hace impostergable el ejercicio de nuevas prácticas políticas, porque “no basta con diagnosticar el problema, hay que ser parte de la solución, el momento exige de una gran minga democrática para fortalecer la institucionalidad y la confianza en el sistema electoral”.
Estuvieron presente los miembros titulares del Pleno, Rafael Armando Vallejo Santelises, Dolores Altagracia Fernández, Patricia Lorenzo Paniagua y Samir Rafael Chami Isa, así como Felipe Carvajal, director de la EFEC. Además de los miembros suplentes del Pleno, hicieron acto de presencia el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco; del Tribunal Superior Electoral, Ygnacio Pascual Camacho; el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, los panelistas internacionales y nacionales; representantes de partidos, organizaciones y movimientos políticos y de otras instituciones.