Santo Domingo.- El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) sugirió al presidente de la República, Luis Abinader, implementar programas dirigidos al desarrollo integral de la zona fronteriza, que contribuyan a eliminar la pobreza extrema, tras afirmar que una frontera porosa, empobrecida y débil “constituye un gran peligro para nuestra soberanía y un obstáculo al desarrollo nacional”.
El presidente y el secretario general del PRSC, Federico Antún Batlle (Quique) y Ramón Rogelio Genao, respectivamente, enviaron una comunicación al Jefe del Estado en la que hacen una serie de propuestas con miras a la defensa de la soberanía nacional frente a la seria amenaza que representa Haití debido a la grave crisis política, económica y social que vive esa nación.
Resaltan en la misiva la importancia de la construcción del muro fronterizo sobre todo en esta coyuntura para frenar la masiva migración de haitianos al territorio nacional y el tráfico de personas, drogas, armas, combustibles, alimentos, ropas y otros.
Explican que el muro debe contribuir a desarrollar una zona fronteriza próspera, con infraestructuras agropecuarias, industriales, canales de riego, electrificación adecuada, sistemas de carreteras, caminos vecinales, hospitales y escuelas técnicas provechosas para la zona, “además de potenciar las emisoras de radio dominicanas y nuestra fe cristiana”.
“Para lograrlo es fundamental la implementación de planes, programas y proyectos que permitan resolver los problemas planteados integrando a la gente en la gestión de soluciones de los mismos”, agregan.
También plantean al presidente Abinader iniciar programas de repoblación de la frontera con asentamientos humanos, con proyectos de vivienda para la población lugareña y para las familias de militares y policías que decidan asentarse en la zona.
Quique Antún y Ramón Rogelio Genao, quienes felicitan al mandatario por las dos “decisiones preponderantes” que ha asumido para la garantía de la soberanía, la construcción del muro en la frontera “y ahora la protección, a como dé lugar, de nuestra frontera ante los hechos de anarquía que se escenifican en Haití”, destacan en su misiva que es de patriotas la reafirmación de los ideales de la dominicanidad y de la dignidad de nuestra Nación.
“Hay que derrotar las ideas, unionistas y federalistas”, expresan en un párrafo de la comunicación.
También proponen al mandatario que se agilicen, dentro de la Constitución y las leyes, las deportaciones de personas indocumentadas o ilegales en el país.
En ese sentido, agregan que los que cumplen condenas sean deportados inmediatamente a su país de origen, aún estén legales en territorio dominicano.
“Nadie es más valioso que un dominicano y nosotros recibimos deportados hasta por la falta de una luz en un vehículo”, dicen.
El presidente y el secretario general del PRSC manifiestan que se debe evidenciar a los organismos internacionales, “que al margen y en contra de los sueños de libertad y progreso del pueblo dominicano, quieren enajenar el patrimonio nacional en aras de saciar mezquinos intereses del capitalismo salvaje”.
Plantean, asimismo, que a los extranjeros se les limite al máximo el porte de armas de fuego o armas blancas, que éstas últimas, en cualquier caso, las tengan en sus lugares de labor “y que de ser sorprendidos fuera de ese entorno con armas blancas, implique una deportación inmediata, incluidos los que ostenten documentación de permanencia legal”.
Sobre los planes de las grandes potencias
Los principales dirigentes del Partido Reformista sostienen que los intereses internacionales estimulan la unificación de las dos naciones, lo que implicaría el trasvase de población haitiana hacia el lado dominicano, tanto como una forma de quitar presión social y económica a Haití, “como en la creación de una especie de ‘cabeza de playa’ que sirva de base al proyecto injerencista de los grandes capitales de potencias hegemónicas.
“A nuestro país lo perciben como el lugar ideal para acallar y mitigar la miseria social, económica y demográfica a que han sometido a ese pueblo, de esa manera se liberan de la responsabilidad histórica y moral de la desgracia de la población haitiana”, agregan.
Afirman que esas potencias coinciden con la oligarquía haitiana que desarrolla un plan en tres vertientes: Trasladar grandes contingentes de haitianos hacia la República Dominicana y así sacarle presión a su explosiva caldera social; recibir divisas vía remesas de los haitianos que se radiquen en el país y crear una “cabeza de playa” que posibilite la ocupación del territorio dominicano y así ver cumplido su sueño de “la isla es una e indivisible”.
Desgraciadamente –agregan- están logrando sus tres propósitos estratégicos.
Sostienen, además, que existen sectores oligárquicos dominicanos que, en contubernio con capitales de las potencias hegemónicas y la oligarquía haitiana, “piensan en la quimera de un supuesto mercado de unos 20 millones de habitantes, sin importarles el destino de nuestra nación”.
“El pueblo haitiano, como el pueblo dominicano, somos seres humanos que vivimos en una misma isla. Por nuestra parte, somos temerosos de Dios y por tanto profesamos el humanismo cristiano promoviendo el respeto a la dignidad de la persona humana y el bienestar de todos. En consecuencia, deseamos lo mejor para el pueblo haitiano y hemos dado muestras, por encima de cualquier otro país, de solidaridad con ese empobrecido y olvidado pueblo”, apuntan en la misiva al presidente Abinader.