Al parecer la Unión Europea coquetea con la posibilidad de habilitar un certificado sanitario digital, y no es para menos, pues nos encontramos en un escenario repleto de fluctuaciones en torno al periodo de inmunización de la vacuna, o por ejemplo, hasta qué grado los inoculados podrían contagiar a otros, si para ingresar a la UE sólo se tomarán como válidas las vacunas autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos, la aceptación o no aceptación de otros fármacos como la rusa Sputnik V, o la china Sinopharm.
En este escenario surge el certificado sanitario digital, el cual, según algunas fuentes, sería gratuito, compuesto con informaciones relativas a si el viajero se ha vacunado, sobre pruebas PCR negativas, y hasta si el viajero posee biológicamente hablando, anticuerpos por haber padecido en algún momento la COVID-19.
Ante la viabilidad o no de esta proposición se erigen dos discernimientos contrapuestos. Por un lado, cierto conglomerado arguye que estar vacunado no será un requisito excluyente para poder viajar, de este modo, aquellos que por una u otra razón no estén vacunados, tendrán la posibilidad de constatar su condición sanitaria mediante una prueba PCR o antígenos, garantizando de esta manera que todos los viajeros tengan los mismos derechos. Pero, sin embargo, otros grupos sostienen la tesis que, de materializarse el certificado, puede discriminar a quiénes se han vacunado y los que no.
Ya sea certificados de salud, pasaporte o certificaciones sanitarias, es palpable que los destinos emisores y receptores pincelan su próxima aplicación en aras de incentivar los viajes seguros y con restricciones mínimas, debido a que los viajeros quedarían exentos de guardar cuarentena o practicarse una prueba PCR en su arribo al destino.
Recientemente, Travel Consul en su tercera encuesta para sondear el impacto del COVID-19 en la distribución global de viajes, reflejó lo detallado a continuación:
“Dos tercios de los 1.292 ejecutivos de viajes encuestados en 20 países están de acuerdo en que los destinos y proveedores que requieran pasaportes de inmunidad o certificados de vacunación electrónica para viajes internacionales probablemente impulsarían las reservas en 2021”.
“Mientras que el 44% de los encuestados considera que la vacunación masiva contribuirá a un aumento de los viajes, un tercio de los ejecutivos de viajes cree que otros factores, como las certificaciones de salud del destino, la reducción de los requisitos de cuarentena y ofrecer pruebas gratuitas de COVID-19 tendrán un mayor impacto en su negocio”.
Para cerrar, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, pues la propuesta del certificado sanitario digital en la UE aún debe recibir el visto bueno de los Estados miembros y del Parlamento Europeo, y de recibirlo, dicha medida caducaría, afortunadamente para los viajeros, al tiempo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el fin de esta nefasta pandemia, que es al fin y al cabo lo que anhelamos.
Por Uridici Ortega Rondón