Las represas son construidas como forma de aprovechar el caudal de los ríos para para su posterior aprovechamiento en regadíos, evitar inundaciones o para la producción de energía eléctrica, convirtiendo la energía potencial del agua almacenada, primero en energía mecánica y luego en energía eléctrica.
Para almacenar el agua que ofrecerá tales beneficios se construyen extensos cuerpos de agua denominados embalses, creados artificialmente mediante la inundación de un valle por la construcción de una presa o muralla de gran altura que atraviesa en forma perpendicular un río.
En República Dominicana existen unas 35 presas, las cuales son utilizadas para los fines antes mencionados, pero desaprovechando el potencial turístico que poseen algunas de ellas.
Estas grandes acumulaciones de agua, aparte del propósito para el que fueron construidas, podrían ser aprovechadas para el fomento de las actividades turísticas, utilizándolas para la práctica de actividades como la pesca, los deportes náuticos y el camping. Estas actividades turísticas podrían ser potenciadas con la construcción de playas fluviales y la creación de espacios para esparcimiento, lo que dinamizaría las empobrecidas poblaciones donde generalmente se construyen las presas.
El turismo, tanto local como extranjero, hoy en día exige alternativas a la oferta tradicional de Sol y Playa. Debido a esto, en nuestro país han surgidos modelos de turismo sostenible que poco a poco va ganando espacio en el engranaje turístico nacional, pero hasta ahora se le ha dado poca importancia al “Turismo de Represa”.
Con la implementación de este tipo de turismo, los habitantes de la zona podrían ser convertidos en impulsores y dinamizadores de proyectos de desarrollo turístico en su lugar de origen, iniciando una perspectiva diferente e interesante de desarrollo socioeconómico para nuestros territorios.
Dentro de las presas existentes en República Dominicana la más idónea para iniciar un proceso de desarrollo turístico es el embalse de la presa de Hatillo. De hecho, por iniciativa privada se han iniciado proyectos con la finalidad de fomentar el turismo en este hermoso lago, pero sin el concurso del Estado es muy cuesta arriba su desarrollo.
La presa de Hatillo, cuya construcción finalizó en el año 1984, se encuentra a pocos kilómetros del municipio de Cotuí, en la provincia Sánchez Ramírez, represando las aguas del río Yuna.
El embalse de la Presa de Hatillo, con un volumen de agua de 710 millones de metros cúbicos y una superficie de 22 kilómetros cuadrados, tiene un ancho máximo de 2.5 kms y una longitud de 15 kms, empezando en el municipio de Maimón hasta llegar a la presa, la que se encuentra a 6 kms. al sur del municipio de Cotuí.
Este lago se encuentra dentro del Parque Nacional Aniana Vargas, área de 118,6 km² donde se intenta proteger y conservar una zona donde se encuentra una de las mayores concentraciones de arte rupestre reportados en el Caribe.
No es raro ver los fines de semana a personas que llegan a este maravilloso lago a disfrutar del fresco clima, el verdor de la zona y la tranquilidad que se respira en la zona. Algunos llegan con sus jet sky para la práctica de deportes acuáticos, mientras lugareños realizan actividades de pesca a bordo de frágiles canoas.
La implementación de un Turismo de Represa, con la participación del sector privado y la ayuda del Estado, además de ayudar en la desmejorada economía de los habitantes de la zona, serviría para dar a conocer una de las zonas más bellas de República Dominicana, un lugar cargado de importantes manifestaciones de arte rupestre y con un ecosistema de bosques primarios en perfecto estado, así como el disfrute de uno de los más importantes reservorios de agua dulce del Caribe.
Pero mientras llega la inversión turística a este hermoso lugar, no pierdas el tiempo y visita La Laguna de Hatillo.