Cada 1 de octubre se celebra el día mundial de esta patología, para hacer conciencia.
La Urticaria es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición de ronchas, picazón o prurito (hormigueo o irritación), debido a alergias generadas por alimentos y medicamentos.
José Torres, alergólogo de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), afirma que esta condición afecta a un 0,1% de la población mundial, siendo más común en mujeres. Se considera crónica cuando los síntomas persisten por más de seis semanas.
El especialista explica que los síntomas más comunes de la urticaria crónica son: prurito o picazón severa, ronchas rojizas, y, a menudo, se puede acompañar de inflamación de labios, párpados, genitales y garganta, los cuales deben ser diagnosticados a tiempo por un médico alergólogo.
“Las causas principales de esta reacción cutánea crónica son: estrés emocional, situaciones hormonales, algunos medicamentos, exposición solar, infecciones virales o parasitarias, algunos alimentos o aditivos alimentarios, polvo de hogar, epitelio de mascotas domésticas, entre otras”, señala el experto.
Torres refiere que la urticaria crónica puede generar complicaciones como, falta de energía, depresión, privación del sueño, trastornos sexuales, ansiedad, aislamiento social, y diversos trastornos emocionales, incluida la depresión e intento de suicidio.
El principal propósito del tratamiento de la urticaria crónica es mejorar la calidad de vida del paciente y de su entorno familiar. Para lograr ese objetivo, el manejo debe ser multidisciplinario, incluyendo especialistas en dermatología, medicina interna, endocrinología, y la parte emocional derivada requerir asistencia psicológica.
El galeno plantea que las opciones de tratamiento de esta enfermedad de la piel son los llamados antialérgicos o antihistamínicos, esteroides orales, algunas drogas inmunosupresoras y desde hace unos años, los nuevos anticuerpos monoclonales, también llamados “medicamentos biológicos”, que bloquean la cascada inflamatoria que produce los temidos síntomas en la piel con gran repercusión emocional.
Torres dice que se ha avanzado mucho en este aspecto, pero a pesar de ello, el desconocimiento de esta patología, así como la demora en el diagnóstico correcto es frecuente. Muchas veces los brotes no responden a un desencadenante claro, ya que hasta en un 60% las urticarias son idiopáticas, es decir, de causa desconocida, lo cual dificulta la prevención de su aparición.
Por esa razón, es importante que las personas que presentan estos síntomas acudan a su médico, para realizar un diagnóstico certero y asegurar el tratamiento más idóneo y a tiempo para mejorar su calidad de vida, apunta el médico.